Roma.- El italiano Simone Inzaghi, entrenador del Inter de Milán, pagó toda su frustración por la tremenda derrota ante el Milan (0-3) en la Copa Italia con el cuarto árbitro, al que gritó de manera desmesurada, exigiendo que no se dieran minutos de añadido en un partido que finalmente terminó exactamente en el minuto 90.
Cuando los ‘olés’ de la parte milanista de San Siro, minoritaria en este duelo, comenzaron a retumbar en los minutos finales de una noche trágica para el Inter, que perdió sus opciones de triplete, Inzaghi se dirigió al cuarto árbitro con un tono casi amenazante exigiendo que el partido terminara en el minuto 90.
«¡No quiero tiempo añadido, eh. No lo quiero. No me vaciléis!», espetó.
Las imágenes del técnico ‘nerazzurro’ levantando el dedo al colegiado y gritando de manera desmedida se hicieron virales este jueves en redes sociales, abriendo el debate de una posible sanción por su comportamiento.
El partido, pese a que tuvo 10 cambios y 2 goles en la segunda mitad, terminó exactamente en el minuto 90, sin un solo segundo de tiempo extra.
El 0-3 fue un mazazo inesperado para el Inter, que acumula 5 derbis de Milán sin poder ganar, 4 de ellos contra el luso Sergio Conceicao, excompañero en el Lazio de Inzaghi.
El héroe milanista fue claramente el serbio Luka Jovic, autor de 2 goles en una de las mejores noches de su carrera.
Inzaghi, pese a estar condicionado por lesiones de jugadores y mermado por el exigente calendario, no quiso excusarse con el cansancio del equipo.
«No se puede negar que hay fatiga física y mental. Pero eso no debe ser una excusa. Tenemos que seguir adelante, pase lo que pase, decidimos este camino con mucha ilusión. Hemos tenido muchas alegrías, algunas decepciones, esta noche es obviamente grande», dijo tras el partido. EFE/ir
