Tegucigalpa – La desaparición de personas es un fenómeno «desatendido» que demanda «esfuerzos regionales» y la promulgación de una ley que permita a Honduras prevenir y atender esta problemática, dijo a EFE Carlos Mejía, especialista forense del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
La desaparición «aparte de ser una necesidad que por muchos años ha estado no cubierta o desatendida por muchos Estados», por lo que es «un imperativo moral darle ese derecho a saber y a la verdad a las familias», subrayó Mejía, en una entrevista con EFE en Tegucigalpa.
Señaló que muchas personas que desaparecieron en conflictos armados del pasado siguen sin ser halladas, migrantes desaparecen y fallecen en la ruta hacia Estados Unidos, y personas desaparecen a causa de la violencia o desastres naturales.
Más de 700 hondureños han desaparecido desde 1996 en su viaje a Estados Unidos, según cifras de organizaciones de derechos humanos.
Mejía, también responsable interino del Programa de Personas Desaparecidas del CICR, alertó del impacto en la salud mental que la desaparición de personas están teniendo en las familias.
«Actualmente hay un impacto bastante grande (en la salud mental), de hecho hay personas que nunca determinan y llegan a saber qué fue lo que ocurrió con sus seres queridos y fallecen sin tener esa respuesta por parte del Estado», enfatizó.
Esfuerzos regionales para atender el problema
Mencionó como un gran logro es la aprobación del primer Protocolo de Búsqueda de Personas Migrantes Desaparecidas en Honduras, una iniciativa del Gobierno, con apoyo del CICR, que contribuirá a la localización e identificación de esas personas.
Destacó que el protocolo surge a raíz de «la necesidad imperante» de las familias de encontrar a su allegado desaparecido, y señaló como reto contar con base de datos para conocer la cifra exacta de las personas desaparecidas.
El experto dijo que espera que dentro de poco sea aprobado otro protocolo de búsqueda de personas desaparecidas en el país centroamericano, donde el CICR organiza desde 2015 «mesas de búsqueda», conformadas por representantes del Estado y familias de desaparecidos.
Mejía precisó que la presencia del CICR en El Salvador, Guatemala, Honduras y México permite «ver y atender las necesidades de las familias» y pidió «hacer esfuerzos regionales» para atender esta problemática.
«La pérdida de las personas migrantes desaparecidas no está en Honduras, sino que está en México, en Guatemala, a veces en El Salvador, y de esta manera, la única forma de poder dar respuesta a las desapariciones es que los Estados se comuniquen entre ellos».
Ley para prevenir la desaparición en Honduras
La aprobación de una Ley de Protección de Personas Desaparecidas en Honduras permitirá al Estado avanzar en el cumplimiento de sus obligaciones para prevenir y atender el fenómeno, precisó Mejía.
La ley dará a las autoridades «facultad de poder hacer acciones directamente de búsqueda» de personas desaparecidas para ofrecer una «respuesta» a las familias, comentó.
«Toda persona identificada es una persona que eventualmente no va a desaparecer. Actualmente tenemos autoridades que están trabajando, sobre todo en la parte de la identificación, cada una de las personas no identificadas es potencialmente una persona desaparecida, sea viva, o sea fallecida», explicó el especialista forense.
La normativa contribuiría además a prevenir y atender la desaparición de personas y las consecuencias en sus familias, señaló Mejía, quien la semana anterior inauguró en Tegucigalpa la exposición «Tejer memoria: el legado de quienes nunca dejaron de buscar».
La iniciativa de la organización humanitaria retrata historias de siete personas de El Salvador, Guatemala, Honduras y México que fallecieron antes de conocer el paradero de sus familiares desaparecidos.
La muestra permanecerá en Honduras hasta el 3 de agosto en el Instituto Hondureño de Cultura Hispánica en Tegucigalpa. Posteriormente se trasladará a México, El Salvador y Guatemala. JS