La nueva versión del sistema operativo móvil de APPLE, el iOS14.5, incluye por primera vez la posibilidad de restringir la compartición de información entre aplicaciones, aumentando sustancialmente la privacidad y seguridad para el usuario, lo cual podría marcar nuevo precedente que forzaría en el futuro a todos los competidores a seguir el mismo camino.
Pero si bien la decisión aporta transparencia, seguridad, privacidad y confiabilidad a los usuarios, compañías como Facebook cuya fuente de ingresos se basa en la comercialización de la información, han expresado públicamente su malestar e incluso han iniciado una fuerte campaña de Lobby y relaciones públicas para desacreditar a la compañía californiana fundada por Steve Jobs.
¿Qué repercusiones traerá para la industria la nueva política de privacidad de Apple?
Probablemente pocas personas hayan oído hablar de la sigla IDFA (Identifier for Advertisers), una tecnología propietaria de Apple que permite identificar e individualizar cada dispositivo Iphone o Ipad, y vincularlo con la cuenta de usuario de Apple.
Esta tecnología es utilizada por compañías que venden publicidad, como por ejemplo Facebook, que lo usan tanto para decidir a quién le muestra un anuncio, en virtud de otras compras realizadas, las aplicaciones que ha utilizado, las zonas que ha visitado, entre muchos otros factores, que adicionalmente permiten estimar la efectividad de una misma publicidad.
El IDFA se puede vincular con otras tecnologías, como los píxeles de seguimiento de Facebook o las cookies de seguimiento de los navegadores y permite que algunas aplicaciones recopilen información para “fines comerciales o publicitarios”.
IDFA no es la única tecnología disponible en el mercado con estas características, ya que muchas compañías utilizan un sistema similar, como por ejemplo GOOGLE que emplea el “AAID Google Advertising ID”, sin embargo, aunque existen muchas tecnologías al respecto, cualquier desarrollador que quiera implementar sus aplicaciones en el APP Store de Apple, deberá ajustarse a los lineamientos de IDFS y su política de privacidad.
La manzana de la Discordia
La nueva versión del iOS14.5, incluye un desarrollo denominado “App Tracker Transparency[1]”, con el que los usuarios serán advertidos del tráfico de información que cada aplicación realiza, permitiendo, que decida o no autorizar dicho intercambio, un asunto que para el consumidor del común podría parecer irrelevante o menor, pero que ataca la principal fuente de ingresos de compañías como Facebook: “El uso, intercambio y venta de información privada de los usuarios”.
La decisión de Apple podría colocar en riesgo el modelo de negocios de Facebook, basado en la comercialización de la información personal de los usuarios, un mecanismo cuestionable, pero que en estricto sentido es legal y que, hasta la semana pasada, todas las compañías fabricantes de Smartphone permitían, sin dejar una ruta clara al usuario, para bloquear específicamente este tipo de intercambio.
“Apple, acostumbrada a cambiar las reglas en la industria tecnológica, ha puesto las cosas fáciles para los usuarios de iPhone: Abres Facebook y recibirás un aviso simple y claro: ¿Permitir que Facebook realice seguimiento de tu actividad en los sitios web y en las apps de otras empresas?”, y dos opciones: permitirlo o decirle “no” a Facebook.
Eso no te impedirá abrir Facebook, porque a partir de esta semana, todas las apps que quieran permanecer disponibles en los teléfonos iPhone deben ajustarse a esta normativa. Y nadie quiere quedarse por fuera del universo iOS”.
Álvaro montes en el Blog especializado Tecnivoro[2]
La apuesta de Apple por la Privacidad
Desde que Steve Jobs era el CEO de Apple, la privacidad se convirtió en una preocupación recurrente, incluso mucho antes de que la gente tuviera consciencia por estos asuntos, ya los dispositivos diseñados por la compañía californiana, incluían novedosas herramientas de protección de la privacidad, que con el paso del tiempo han sido replicadas por los competidores, pero sin duda los últimos 5 años se podrían definir como el momento histórico en el que Apple decidió enfocar todos sus esfuerzos en fortalecer la seguridad y privacidad como el gran valor diferencial en sus productos.
“En 2010, el cofundador de Apple Steve Jobs reconoció que a algunas personas no les importaba la cantidad de datos que compartían, pero dijo que igualmente siempre deberían estar al tanto de cómo se estaba utilizando su información”. Referencia a Steve Jobs en Artículo de BBC Mundo[3]
El actual director ejecutivo (CEO) de Apple, Tim Cook, se refirió a su política de datos afirmando que:
“Si una empresa se basa en engañar a los usuarios, en la explotación de datos, en (ofrecer) opciones que no son opciones en absoluto, no merece nuestro elogio. Se merece una reforma”. Tim Cook en Artículo de BBC Mundo[4]
Anteriormente el Navegador nativo de Apple: Safari, fue preconfigurado de fabrica para bloquear las cookies de terceros de forma predeterminada, garantizándole a los usuarios una navegación menos expuesta, y el año pasado, la empresa obligó a los proveedores de aplicaciones en iOS a especificar en las listas de la App Store los datos recopilan, a fin de garantizar que sus usuarios estén mucho mejor informados.
Pero si bien, la apuesta por la privacidad de Apple ha sido construida en beneficio de sus usuarios, también es importante reconocer que la compañía tiene poco interés en los datos de sus clientes, toda vez que ni la publicidad ni la venta de información son relevantes en su modelo de negocios, que se centra en la venta de dispositivos y de aplicaciones.
La respuesta de Facebook
La enérgica respuesta de Facebook no se hizo esperar, afirmando que “Apple está siendo hipócrita”, pues obligará a las empresas a recurrir a las suscripciones y a otros pagos dentro de las aplicaciones para obtener ingresos, de los cuales Apple toma una parte.
Por su parte Mark Zuckerberg, (Ceo y propietario de Facebook) emprendió una ofensiva estrategia de relaciones públicas, publicando anuncios de prensa, en los que aparecen pequeñas compañías, cuyos propietarios y líderes emprendedores, cuentan con un exagerado tono emocional, cómo sobrevivieron a la pandemia gracias a los anuncios personalizados que ofrece Facebook[5] y la forma en que la compañía les ayuda a crecer en ventas.
Una decisión que oxigena los medios tradicionales
Aunque poco se habla del tema, indirectamente y sin que Apple lo buscara, tal vez los mayores beneficiados con esta decisión son los medios tradicionales de comunicación, tanto de prensa, radio y televisión, los cuales a lo largo de la última década han visto reducirse sustancialmente los ingresos por cuenta de los anuncios personalizados de Facebook y otras compañías digitales, lo que permite al inversionista en publicidad, segmentar mejor la inversión, enfocando sus anuncios en las necesidades puntuales de cada usuario, algo que se basa en el uso de la información privada recabada y que por la naturaleza lineal de los medios tradicionales, resulta imposible de igualar.
Gracias a las restricciones implementadas por Apple, la recolección de información privada por parte de compañías como Facebook será cada vez más difícil y creará condiciones mucho más equitativas para la venta de publicidad, nivelándose un poco el terreno de juego y creando condiciones más simétricas en un mercado que estaba fulminando a los medios tradicionales, ante la imposibilidad de competir con las grandes High Tech y su tráfico colosal de información.
En conclusión, la política de Apple de garantizar una mayor restricción en el acceso a la información de los usuarios, por parte de las compañías que despliegan sus aplicaciones en el App Store, si bien ha molestado significativamente al CEO de Facebook Mark Zuckerberg, todo pareciera indicar que la decisión permitirá no solamente que los usuarios tengan mayores garantías respecto de su privacidad en la gestión de la información personal, sino que forzará a todos los fabricantes a seguir los pasos de Apple para ser competitivos en un mercado en el que los usuarios valoran cada vez más su privacidad.
Simultáneamente la decisión de Apple aportará un granito de arena a la nivelación del terreno de juego de la pauta publicitaria, lo que terminará beneficiando a los medios tradicionales, al recibir oxígeno en un mercado que los tiene completamente asfixiados ante la falta de oportunidades para la competencia en igualdad de condiciones.