La condena al expresidente Hernández fue como un baño de agua fría para los hondureños

Nueva York.– El veredicto de este miércoles contra el expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández (2014-2022), que los hondureños en la diáspora esperaban como un acto de justicia, fue como un baño de agua fría para muchos de los que asistieron complacidos al proceso judicial en una corte federal en Nueva York.

Hoy no hubo celebración como ocurrió cuando le hallaron culpable el pasado marzo de tres cargos de narcotráfico y armas. En su lugar, los hondureños comentaban molestos la condena de 45 años de prisión para quien fue su presidente por dos mandatos, durante los cuales, según el Gobierno de EE.UU. que le acusó, convirtió a Honduras en un narcoestado en el que imperó la impunidad.

«Es poco tiempo por todo el daño que hizo a nuestro país», comentó una hondureña que asistió a la audiencia presidida por el juez federal Kevin Castel.

Martín y Luis, que formaban parte de un grupo de personas que se reunió frente a la corte, aseguraron indignados a EFE que auguraban que Hernández saldría «pronto» de prisión cooperando con las autoridades federales.

«¿Por qué a Juan Antonio (hermano del expresidente) le condenaron a cadena perpetua y a éste, que era el presidente, sólo a 45 años?», se preguntaba otra hondureña al referirse a la sentencia que el juez Kevin Castel impuso en 2021 a Juan Antonio, y que según la acusación, fue parte de la red de narcos que apoyó con dinero al exmandatario en su ascenso al poder.

El expresidente esperaba cadena perpetua

Hernández, de 55 años y extraditado a EE.UU. en abril del 2022 para enfrentar el juicio, hoy lucía envejecido -con cabello y barba blanca, y apoyado en un bastón-.

El político escuchó este martes su condena sin mostrar ningún gesto. Poco antes, cuando se dirigió a la corte, había manifestado que esperaba recibir la cadena perpetua.

Hernández reclamó nuevamente su inocencia y reiteró sus críticas al sistema de justicia de EE.UU. por haberse aliado con narcotraficantes para acusarlo.

Los narcos testigos de la Fiscalía cumplen condena en EE.UU., tras ser deportados bajo su Gobierno y aseguraron en el juicio que dieron dinero a Hernández producto de las drogas para su ascenso al poder a cambio de protección.

«Ellos saldrán libres (por acuerdos con la Fiscalía a cambio de su testimonio) y yo preso de por vida», dijo al juez Castel Hernández.

«El más oscuro rincón del infierno será reservado para aquellos que conservan su neutralidad en tiempos de crisis moral», dijo al citar una frase de Dante.

La Fiscalía aseguró al juez, en su tiempo para refutar a Hernández, que no necesita una investigación.

«La droga llegó a comunidades en EE.UU. protegida por militares y policías que actuaron con impunidad», indicó el representante del Gobierno y aseguró que Hernández tenía un círculo de corrupción que explotó al país a gran escala, al pedir al juez una condena de cadena perpetua.

La defensa de Hernández había pedido al juez una condena de 40 años para su cliente.

Poco después el juez Castel impuso los 45 años de prisión y cinco años de libertad condicional, lo que equivaldría a una perpetua para Hernández, dado que tiene 55 años.

Castel dijo haber tomado en cuenta la evidencia y las cartas recibidas a favor de Hernández, entre ellas la conmovedora misiva de una de sus hijas, al momento de decidir la sentencia.

Un multa de 8 millones de dólares

También le impuso una multa de 8 millones de dólares y dio visto bueno al decomiso de bienes del exmandatario.

En Honduras, su esposa Ana García, que acude diariamente a las redes para defender a su marido y una gran ausente en el proceso judicial luego de que EE.UU. le retirara el visado y a sus hijas, insistió nuevamente en su inocencia y aseguró que «volverá».

La defensa de Hernández anunció que apelará la condena. EFE/ir

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