Alicante (España) – La radio como servicio sanitario es la premisa en la que se basa un nuevo proyecto de la Universidad de Alicante (este) que pretende luchar contra el hambre y la malnutrición en Somotillo (Nicaragua), con programas y mensajes que ayuden a aprovechar los recursos alimentarios.
Comunicar para el desarrollo: Una propuesta de divulgación radiofónica en la lucha contra el hambre y la malnutrición en Nicaragua» es el nombre de esta iniciativa que cuenta con la colaboración de la asociación Fontilles, la Fundación Bengoa para la Alimentación y Nutrición y la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua.
La coordinadora del proyecto y profesora del departamento de Enfermería Comunitaria, Medicina Preventiva y Salud Pública e Historia de la Ciencia de la Universidad de Alicante, Eva María Trescastro, explicó que el proyecto pone el foco en dos cuestiones fundamentales, el problema del parasitismo que sufre la población autóctona y el concepto de alimentación saludable.
En una entrevista con EFE, ha detallado que los mensajes radiofónicos intentarán dar consejos sobre una correcta higiene, con gestos tan simples como lavar bien los alimentos y sus propias manos, y sobre cómo aprovechar sus escasos recursos de la mejor forma posible para lograr una alimentación saludable.
Este tipo de comunidades se caracterizan por estar aisladas de los grandes focos de población de los países latinoamericanos y por no tener «estructuras de salud consolidadas», condiciones que hacen que la radio se convierta, por su «horizontalidad», en el medio ideal para hacer llegar estos mensajes.
El proyecto contempla la compra y distribución de transistores radiofónicos entre la población para hacer efectiva la transmisión de estos mensajes a todos los grupos de edad y a toda la población posible, que no dispone de recursos económicos para adquirir un aparato para casa.
«Todo lo que sean medios físicos, como imprimir folletos, son más costosos; sin embargo, si creas una cultura radiofónica y les proporcionas la radio puedes seguir emitiendo, ya que la idea es que no se haga una intervención puntual sino que la comunidad de Nicaragua y los profesionales continúen esta experiencia en el tiempo», apuntó Trescastro.
Esta semana tuvo lugar en la universidad la primera parte del proyecto: un seminario donde se sentaron las bases que permitirán desarrollar sobre el terreno toda la estrategia comunicativa y en el que participaron expertos en salud y en comunicación.
En este sentido, Trescastro resaltó la importancia de crear un vínculo de colaboración entre especialistas sanitarios y periodistas, ya que «los científicos no son expertos en divulgación, por lo que, para que los mensajes lleguen bien a la población, se precisa de periodistas que le den forma al mensaje, que determinen qué formato, extensión u horarios son los más adecuados».
Está previsto que en junio arranque el proyecto gracias a las personas que Fontilles y Bengoa tienen desplegadas en Somotillo.
De hecho, uno de los motivos por los que los investigadores universitarios pusieron su foco en Nicaragua es, además de que es uno de los países con menor índice de desarrollo de Latinoamérica, la estrecha colaboración que el centro educativo mantiene con Fontilles, que tiene una trayectoria en este país desde 1994.
«Comunicar para el desarrollo» está financiado por el vicerrectorado de relaciones internacionales de la Universidad de Alicante y está previsto que finalice en septiembre de este año.
Después, la intención de los investigadores es recoger la experiencia en una guía educativa que colgarán en la web universitaria de forma gratuita para que sirva de ejemplo a todos aquellos que quieran poner en marcha un proyecto similar.
De esta manera, seguirá el testigo de un proyecto anterior que podría considerarse el precursor de este actual y que se denominó «Hambre, miseria y enfermedad en Latinoamérica y el Caribe: el papel de la nutrición en las enfermedades tropicales desatendidas (ETD) en Nicaragua».