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La cara de la mujer migrante

La barrera del idioma, el aislamiento social y el poco o falta de acceso a cuidados de salud, son los retos principales que deben enfrentar las mujeres inmigrantes en Estados Unidos.
 

Una encuesta encargada por la agencia New American Media y realizada por la firma Bendixen %26amp; Associates, recoge las opiniones directamente de las mujeres inmigrantes sobre temas como la unión familiar, educación y experiencias migratorias.

Se encontró que el 49% de los inmigrantes son mujeres, el 53% de éstas provienen de América Latina, el 27% de Asia, el 16% de Europa y el resto de otras partes del mundo.

La edad promedio de migración para todas las mujeres es entre 18 a 34 años de edad, seguida por 35 a 49 años. Alrededor de un 20% son mayores de 65 años.

Con relación a las latinas, el 65% de las inmigrantes provienen de México, 12% de Centro América, 9 % de Sur América, 10% de Cuba y el resto de otros países del Caribe.

El 48% de las mujeres de Latinoamérica tienen más de 20 años viviendo en el país. Un 30% tiene entre 10 a 20 años, y un 22% tiene menos de 10 años en Estados Unidos.

Angélica Salas, directora de la Coalición de Derechos Humanos de Los Angeles (CHIRLA), señaló la importancia de esta encuesta ya que cuando se habla de inmigrantes la imagen que se ve en los medios de comunicación es la de hombres saltando el cercado en la frontera.

«Las mujeres emigran por la misma razón que los hombres, para darle a sus familias oportunidades de una vida mejor, pero rara vez se habla sobre los sacrificios y los retos de estas mujeres», manifestó Salas.

El 32% de las mujeres latinoamericanas emigraron solas a Estados Unidos y la mayoría, el 68%, vinieron con otros miembros de su familia.

«En el siglo XXI, el rostro del inmigrante es el de una madre. Las mujeres encuestadas revelaron que llegaron a Estados Unidos no para ‘buscar riquezas en calles pavimentadas de oro’, sino porque vieron en los Estos Unidos un lugar a donde poder construir un futuro mejor para sus hijos y una residencia permanente para sus familias», señala el estudio.

La encuesta también subraya que en momentos en que un tercio de las familias en este país tienen sólo un padre, el 90% de las familias inmigrantes tienen matrimonios intactos.

«En un momento de inestabilidad económica y social sin precedentes, las mujeres inmigrantes tienen claramente mucho que enseñar y que ofrecer al país que quieren convertir en residencia para sus familias», añade el análisis de la encuesta.

La inmigrante hondureña Adriana Tome, quien trabaja como empleada doméstica, es una de las inmigrantes que contó su historia durante la presentación de esta encuesta. Después de que enviudó y se quedó con sus hijos pequeños, decidió emigrar a Estados Unidos para brindarles una vida mejor a sus hijos. Desde entonces ha trabajado de niñera, en los cultivos de tomate y de limones para proveer para sus hijos.

Ahora Adriana está aprendiendo inglés y sus derechos como inmigrantes en este país.

Las latinas tienen el porcentaje más alto de mujeres que hablan poco o nada de inglés, el 79%.

«No sólo venimos a trabajar, se trata también de superarnos, de ser ejemplo para nuestros hijos… debemos seguir luchando para mantener a la familia unida», acotó Adriana.

Ante la pregunta de que «si el gobierno estadounidense te obligara a regresar a tu país de origen, ¿llevarías contigo a tus hijos nacidos aquí? El 61% asegura que se llevaría a sus hijos, el 18% los dejaría aquí y el 21% no sabe.

El 59% de las mujeres inmigrantes latinoamericanas son residentes legales y el 37% son indocumentadas, concluye el estudio

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