Durante una sesión de la Cámara Alta o Shura, el diputado islamista Ezedin el Qomi aseguró que el decreto tuvo como objetivo «hacer frente a las conspiraciones exteriores e interiores que quieren desestabilizar el país».
Desde que el jueves pasado Mursi decidiera blindar su poder ejecutivo y legislativo, al ordenar que todas sus decisiones sean definitivas e inapelables ante la Justicia hasta la entrada en vigor de una nueva Constitución, no han dejado de surgir protestas.
«La declaración llega demasiado tarde porque algunas autoridades judiciales están trabajando para disolver las instituciones elegidas», dijo hoy El Qomi, citado por los medios oficiales egipcios.
El diputado, del Partido Libertad y Justicia (PLJ) que dirigió Mursi hasta que asumió la Presidencia en junio pasado, aludía así a la disolución de la Cámara Baja del Parlamento y las demandas para hacer lo mismo con la Shura y con la Asamblea Constituyente, encargada de redactar la Carta Magna.
Por su parte Nagui al Shehabi, del Partido Generación, denunció que «Mursi ha optado por restaurar el estilo faraónico de dictar las políticas de la nación».
«No sólo ha roto su juramento constitucional sino que ha dividido a la nación», subrayó.
En un intento de calmar los ánimos, la Presidencia insistió hoy en que la declaración constitucional es temporal y no pretende concentrar poderes, al tiempo que hizo un llamamiento a las distintas fuerzas políticas para lograr un consenso en la Constitución.
En un comunicado, Mursi subrayó que busca cumplir con las aspiraciones del pueblo egipcio, proteger la transición democrática y preservar la imparcialidad de la judicatura
