La aventura de un hondureño en Islandia

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Tegucigalpa – Llegó hace 16 años a Reikiavik, la capital de Islandia, impulsado por la curiosidad y un cargamento de ilusiones, aunque con el natural temor a lo desconocido, hoy después de más de una década se siente muy cómodo en ese país nórdico donde se ha radicado junto a su esposa, también hondureña, y su hija que nació en ese país.

– Hace ocho años comenzó a trabajar con la diócesis de Reikiavik donde se encarga del mantenimiento general.

-Después de 16 años de radicar en el país nórdico, ya se ha ambientado y se ha incorporado a la sociedad islandesa, que es abismalmente distinta a la hondureña.

Se trata del hondureño, Nicolás Paz Vaquero, quien en una entrevista con Proceso Digital y su Web especializada Departamento 19, nos comparte lo que él describe como una aventura en Islandia.

Niko 1

Realidad distinta

Relata que tenía algunas referencias acerca de ese país europeo por parte de otros hondureños que ya vivían allí, quienes son familiares de algunas personas amigas suyas en Honduras.

“He llegado a este país aventurando y llegando a conocer este lugar donde me encontré con una realidad totalmente diferente a lo que se me había comentado, pero bueno, empezamos aquí con un espíritu de lucha desde hace 16 años”, apuntó Paz Vaquero.

“Nico”, como se le conoce en Honduras, asegura que después de ese tiempo ya se ha ambientado y se ha incorporado a la sociedad islandesa que es distinta a la hondureña, con una cultura, una gastronomía y un clima totalmente diferente.

Sin embargo, “con todo el espíritu de lucha, he aprendido un nuevo idioma y me he esforzado para salir adelante, lo que demuestra que cuando el ser humano se empeña en querer hacer las cosas, podemos lograrlo”, apuntó.

Detalló que hace ocho años comenzó a trabajar con la diócesis de Reikiavik, donde se encarga del mantenimiento general y cuenta con el apoyo de su esposa y de su hija.

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País lleno de oportunidades

“Describo este país como lleno de oportunidades, con facilidades para estudiar con precios que realmente están al alcance de todos, este es un país con un tipo de gobierno de República parlamentaria en el cual los políticos, pues tienen sus privilegios, pero también tienen sus límites”, explicó el hondureño.

Ejemplificó que en 2016, el entonces primer ministro islandés, Sigmundur Gunnlaugsson, dejó el cargo al verse involucrado en el caso conocido como “Panamá Papers” (Papeles de Panamá).

La filtración, de la empresa panameña Mossack Fonseca, mostró que Sigmundur Gunnlaugsson utilizó una sociedad offshore, Wintris, junto con su mujer.

Paz Vaquero recordó que hubo una presión de más de 10 mil personas, en una sociedad muy pequeña, con pocos habitantes, lo que obligó al primer ministro a dimitir.

FOTO NICOLÁS PAZ VAQUERO II

Retiro y jubilación

Nico da gracias a Dios de los avances tecnológicos ya que puede mantener una comunicación fluida con sus familiares y amigos en Honduras a través de llamadas telefónicas, e-mail, por las redes sociales como Whatsaap, Messenger, Viber, Skype y otras, lo que permite que “aunque estemos lejos, estamos cerca”.

Añade que conoce a otros hondureños que vivían en Islandia anteriormente, pero no conoce a otros compatriotas que viven en los demás países nórdicos.

Reveló que tiene algunos planes, tal vez no en el corto plazo, pero si dentro de algún tiempo como un plan de retiro y jubilación cuando pensaría en retornar a su tierra natal.

“Esperaría que para ese tiempo mi país haya cambiado en cuanto a todo ese sistema de latrocinio de parte de los políticos allá, del sistema que no brinda ningún tipo de seguridad y otros aspectos, porque quiero que mi hija crezca en esa sociedad y se desarrolle profesionalmente y que ella pueda decidir dónde quiere vivir”, manifestó.

Describió que la gente en Islandia, para él es una sociedad muy noble, la que permite al extranjero integrarse a la sociedad fácilmente, es una sociedad abierta.

Respecto a la migración de los hondureños en el mundo, considera que es una gran cantidad de compatriotas que se han visto obligados a salir de su país ante la falta de oportunidades.

FOTO NICOLÁS PAZ VAQUERO 1

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