Lima – La candidata presidencial peruana Keiko Fujimori afirmó hoy que de ser elegida jefa de Estado en las elecciones de este año será ella la que gobierne y no su padre, el exmandatario encarcelado Alberto Fujimori (1990-2000).
Keiko Fujimori respondió así a las críticas del candidato Julio Guzmán, segundo en la intención de voto por detrás de la aspirante y quien en una entrevista con Efe afirmó el miércoles que si se anula su candidatura está en juego «el sistema democrático» y el «regreso al fujimorismo y a la dictadura».
Guzmán agregó que «el Gobierno de Keiko Fujimori va a ser el Gobierno de Alberto Fujimori y la gran mayoría de la población lo tiene claro.»
Al respecto, Keiko Fujimori le pidió hoy «calma y prudencia» ante el proceso que sigue el jurado electoral para definir si se mantiene la candidatura de Guzmán hacia los comicios del próximo 10 de abril.
«Le recomiendo al señor Guzmán tener prudencia en sus declaraciones. El fujimorismo no tiene nada que ver con este fallo. Espero que pueda subsanar todas las observaciones hechas a la inscripción de su partido», indicó.
Keiko Fujimori agregó que su padre, quien cumple una condena a 25 años de cárcel por delitos de lesa humanidad y corrupción, la «conoce y sabe» que ella es la que tomará las decisiones en un eventual gobierno.
La candidatura de Julio Guzmán, de 45 años, quedó en el aire después de que el Jurado Nacional de Elecciones declarara el martes improcedente la modificación de la inscripción de su partido, lo que amenaza su postulación.
Tras conocerse ese fallo, Guzmán dijo a Efe que la principal beneficiada con su posible salida es Keiko Fujimori y aseguró que está en juego «volver a la dictadura de los años noventa, volver a la violación de los derechos humanos y al control de los medios de comunicación».
«La dictadura destrozó al Perú moralmente e institucionalmente y no podemos permitir que eso vuelva», agregó.
Guzmán, que se ha convertido en el candidato sorpresa al subir hasta el segundo lugar en los sondeos, con un 17 % de respaldo, dijo estar convencido de poder ganarle a Keiko Fujimori, que cuenta con un 35 %, en una «primera o segunda vuelta» electoral.