Washington -(EEUU).- Primero, aprendamos a pronunciar bien el nombre de la senadora Kamala Harris, la vicepresidenta electa de Estados Unidos y que hará historia por ser la primera mujer en llegar a ese cargo.
Y hasta podría ser, en el 2024, la primera mujer presidenta y también, de raza negra. Tomen mi palabra.
Su nombre no se pronuncia como Camma-la. Es Comma-la. Es un nombre de origen hindú, como su madre y que quiere decir en sánscrito “flor de loto”, una planta de significado sagrado del budismo.
Harris representa muy bien la multi diversidad racial que se está formando en Estados Unidos. Su madre, Shymala Gopalan, fue una inmigrante de la India e investigadora del cáncer en California. Y su padre de raza negra, de Jamaica, Donald Harris, un profesor de economía en la Universidad de Stanford, también en California.
Cada vez que escribo sobre Harris, y lo vengo haciendo mucho últimamente, recibo comentarios de lectores que preguntan, incrédulos, porque los periodistas seguimos llamándola de raza negra, “cuando en las fotos no lo parece, si a una mestiza”.
Y tienen algo de razón. Pero así se considera ella, “a black woman”, sin olvidar sus raíces indias.
“Soy una americana orgullosa y soy lo que soy”, escribió en su reciente autobiografía “The truth we hold”.
En esta, Harris describe como su madre, de una manera muy consciente, las crio a ella y a su hermana Maya como “dos orgullosas mujeres negras”.
Sus padres se divorciaron cuando Harris tenía apenas siete años.
Y escribió en esa autobiografía: “Mi madre sabía que su país adoptivo iba a ver a sus hijas como unas chicas negras y tenía la determinación de asegurarse que iban crecer seguras de sí mismas”.
Su madre, a veces las llevaba a un tempo budista y en más ocasiones a una iglesia baptista de fieles de raza negra.
He visto una copia de su certificado de nacimiento y en ninguna parte se dice “black (negra). Nacida en el condado de Alameda, Oakland (California) el 20 de octubre de 1964. En el apartado de su madre, dice “Caucasian” y en el del padre, padre “Jaimaican”.
Aparentemente, para evitar discriminaciones raciales futuras.
Ya de mayor, Harris fue a la histórica universidad de estudiantes negros Howard en Washington.
Ahora tiene 56 años y está casada con un abogado judío, Douglas Emhoff.
El ex presidente Barak Obama, de padre africano de Kenia y madre blanca americana, nacido en Hawaii, es otro ejemplo de la división generacional en la percepción que se tiene de la identidad negra en Estados Unidos.
En el censo, Obama se define como de raza negra. Sin embargo, la actriz americana Meghan Markle, ahora Duquesa de Sussex por ser esposa del Príncipe Enrique de Inglaterra, se considera “bi-racial”, por tener un padre blanco y una madre negra.
Harris fue Fiscal General de California y luego senadora. Este año, Joe Biden el entonces candidato presidencial demócrata la escogió para ser su segunda. Y eso fue después de que ambos disputaran, y con otros, de una manera muy feroz la candidatura presidencial del partido en sus primarias.
Ahora que Biden ha ganado las elecciones, aunque el presidente Donald Trump no quiere reconocer su derrota, las vistas están puestas en Harris. Esta podría ser la nueva estrella de la Casa Blanca y con la mirada en el año 2024.
En ese año, Biden tendría 82 años y lo más seguro es que solo cumpla un primer mandato presidencial de cuatro años. Y Harris podría ser la candidata presidencial demócrata en las elecciones de ese año que podría ser contra un candidato republicano de apellido Trump (Ivanka, Donald Junior o el mismísimo Donald Trump.
Y si ganara Harris y lo hace bien, ¿Una reelección en el 2028?
