Tegucigalpa – El economista Julio Raudales, advirtió que la situación de Honduras en el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI) con la ZEDE Próspera es la «crónica de una muerte anunciada».
– La empresa reclama una compensación de 10,700 millones de dólares
Según su criterio, el resultado de cualquier negociación con el organismo internacional era previsible, a pesar de que Honduras denunció el tratado que lo vincula a este mecanismo de arbitraje.
«Esto va a tener un costo muy fuerte para el país. Parece que, al final, los empresarios siempre van a tener éxito con el montón de dinero que van a ganar con las demandas.
Podría tener repercusiones muy fuertes para la economía nacional y, sobre todo, para la credibilidad del país, que ya ha estado tan precaria en los últimos años», señaló Raudales.
Como antecedente es conocido que Honduras Próspera, una de las principales ZEDE establecidas en el país, presentó una demanda ante el CIADI argumentando que la derogación de la normativa que les otorgaba autonomía vulnera acuerdos de estabilidad jurídica y tratados internacionales de inversión.
La empresa reclama una compensación de 10,700 millones de dólares, un monto que representa una porción significativa del PIB hondureño y que podría afectar gravemente las finanzas públicas en caso de un fallo adverso para el Estado.
Las Zonas de Empleo y Desarrollo Económico (ZEDE) fueron creadas con el supuesto objetivo de atraer inversión extranjera, otorgando a los inversionistas amplias facultades regulatorias, fiscales y administrativas. Sin embargo, desde su aprobación en 2013, hasta su derogación han generado un profundo debate sobre su impacto en la soberanía nacional y el desarrollo socioeconómico del país.
La administración de la presidenta Xiomara Castro derogó la Ley Orgánica de las ZEDE, lo que desencadenó una serie de disputas legales y el arbitraje internacional. LB
