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Jardín Botánico de Lancetilla reserva en Caribe hondureño desde hace 89 años

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Tela (Honduras).- El Jardín Botánico de Lancetilla es una reserva en el Caribe de Honduras desde 1925, cuando fue fundada por la compañía estadounidense United Fruit Company como una estación experimental bajo la dirección del horticultor Wilson Popenoe.
 

«El origen de Lancetilla data desde cuando hubo una enfermedad de la sigatoka -enfermedad que ataca al banano- en toda Centroamérica, entonces la compañía desplazó todo su equipo de científicos para encontrar un lugar idóneo y hacer investigación», dijo a Efe el director del jardín, Ciro Navarro.

La belleza natural del parque se aprecia desde que se cruza una caseta de acceso al público por una carretera de tierra, en medio de diversos cantos de pájaros, entre los que se impone el de decenas de oropéndolas que llegan a sus nidos colgados en la copa de un árbol delgado y alto.

Los nidos cuelgan a semejanza de los adornos de un árbol de navidad, mientras que unos pocos metros más adelante se localizan unas pequeñas «lagunas de las ninfas», con flores blancas y rosadas con sus pétalos abiertos y un fondo que semeja una hermosa alfombra verde de hojas anchas.

Después de recorrer Centroamérica, los investigadores de la multinacional bananera concluyeron que el lugar con mejores posibilidades agroecológicas era el valle de Lancetilla y en 1927 ya se contaba con el primer inventario de plantas, indicó Navarro.

«Era interesante, se habían traído más de 1.200 plantas del trópico húmedo y Lancetilla llegó a funcionar como el centro de investigación, yo diría por excelencia, en la parte de horticultura», agregó el profesional de la ingeniería forestal.

En 1931 el jardín botánico estaba muy avanzado, había una estación meteorológica completa y un equipo de investigadores de alta calidad.

El sitio cuenta con 1.281 hectáreas de bosque natural, de las que el 85 % están cubiertas por un bosque primario y el resto por un bosque secundario de más de 40 años de edad.

Un frondoso arco de bambú da sombra al tramo carretero que conduce al visitante al Jardín Botánico de Lancetilla, mientras que más adelante lucen imponentes dos hileras paralelas de palmeras reales que datan de los primeros años de uno de los parques ecológicos más hermosos de Honduras.

El jardín se localiza unos cinco kilómetros al sur de la ciudad caribeña de Tela y en las inmediaciones de otras reservas naturales.

«En la colección botánica todavía podemos observar especies muy importantes que he dicho o me he atrevido a decir que son como récords mundiales», dijo Navarro al enumerar algunas de las especies de plantas y animales que dan vida al jardín botánico.

Entre las más de 1.200 especies de plantas registradas figuran árboles grandes, de los que algunos datan de 1926, cubiertos por bromelias, helechos, musgos y orquídeas.

El parque también es refugio de mamíferos, algunos en peligro de extinción como el puma, monos aulladores, araña y cara blanca; tigrillo, venado, jabalí y tepescuintle, y más de 250 especies de aves como tucanes, gavilanes, palomas y otras entre nativas y migratorias.

Completan el entorno natural reptiles, peces e insectos que hacen del lugar un centro para el estudio y la investigación de los alumnos de la Universidad de Ciencias Forestales que opera en Siguatepeque, en el departamento central de Comayagua.

Hacia 1965 la multinacional bananera buscó instituciones para que administraran el Jardín Botánico de Lancetilla y mostraron su interés varias universidades de Estados Unidos, entre ellas la de Harvard, indicó Navarro.

«Lamentablemente a estas instituciones no se les pudo garantizar el derecho a la propiedad porque el área donde está ubicada Lancetilla se manejó por concesiones que duraban 25 años con la compañía bananera, y la última concesión venció en 1963», explicó Navarro.

No es hasta 1974 cuando el jardín pasa a manos del Gobierno de Honduras y en 1978 se traspasa a lo que fue la Escuela Nacional de Ciencias Forestales, recién convertida en universidad.

A partir de 1985, según señaló Navarro, se empezó a visualizar la necesidad de formalizar un plan de manejo y desarrollo para el jardín botánico, que finalizó en 1987.

La reserva biológica aporta el 60 por ciento del agua potable que consume la ciudad de Tela.

Plantas de América, África y Asia como el «árbol de cañon», teca, ceiba, guanacaste, caoba y frutas como mangos, rambután y otras de alto poder alimenticio forman parte de la reserva ecológica, que además se ha convertido en sitio turístico.

En Lancetilla también hay plantas y frutos venenosos como la «bligia sapida» que, según apuntes históricos, le causó la muerte a la esposa del fundador del parque, Dorothy Popenoe, cuyos restos están sepultados en el jardín. Madura, la fruta no es venenosa.

El nombre de Lancetilla se deriva del de una especie de palmera que abunda en el sitio.

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