Después de los enfrentamientos entre “paisas” (reos que no pertenecen a pandillas) contra los integrantes de maras y que dejó como saldo mortal, el deceso de trece fallecidos y un herido, los ánimos de los internos se habían caldeado y de no ser por la mediación del líder religioso Rómulo Emiliani, la tragedia habría sido peor.
“Se hizo una buena comunicación y ellos (reos) me han asegurado que no habrá más conflictos, esto fue un milagro y me alegra porque pudo ser algo peor”, señaló Emiliani.
El recinto carcelario de San Pedro Sula tiene capacidad para unos 800 reos, sin embargo tiene albergados a 2400, tres veces su capacidad real.
Emiliani pidió a las autoridades penitenciarias que solucionen el problema del agua, ya que toda se gastó en controlar el fuego que se generó al interior de la cárcel.
Reveló que se estaba el proceso de pasar lista para asegurar las identidades de la población penitenciaria. “Ellos (internos) se comprometieron a que no habrá ni un solo conflicto más, yo soy el garante de ello, Dios primero que no pase nada más”, finalizó el guía católico.
Emiliani ha sido un abanderado para lograr el traslado del centro carcelario del área urbana hacia un lugar mucho más seguro, sin que hasta el momento haya logrado su cometido.