Tegucigalpa – La zozobra es latente en la Penitenciaría Nacional Femenina de Adaptación Social (PNFAS), porque los internos del Centro de Internamiento para Menores Infractores Renacer saltan y atemorizan, caminando por los techos armados y con droga, han denunciado autoridades y mujeres que cumplen sus penas allí.
Los menores de edad de Renacer se saltan cuando quieren y amenazan a las privadas de libertad y a las autoridades.
Los menores infractores de Renacer son en su mayoría miembros y simpatizantes de pandillas.
Entre la PNFAS y Renacer solo hay un muro que los divide y los menores saltan cuando desean de un lado a otro, le hablan y acosan a las privadas en libertad y hasta las agreden cuando quieren, afirman.
Proceso Digital fue testigo cuando varios menores infractores saltaron el muro. Los jóvenes de vestimenta floja y cabeza rapada traspasaron el límite para acercarse al espacio donde se encuentran las privadas de libertad. “Se asustan de lo que sucede acá verdad”, nos dijo una custodia policial.
“No los volteen a ver, a veces se vienen para acá y asaltan a la gente”, dijo un muchacho que andaba visitando a un privada de libertad.
La directora de la PNFAS, Mariza Castejón, manifestó que es difícil estar pidiendo refuerzos en medio de un motín de los menores de Centro Renacer. “Es terrible estar trabajando y que anden caminando en el techo, tienen las láminas quebradas y cuando llueve se mete el agua a las oficinas”, contó Castejón.
La titular, psicóloga de profesión, le contó a Proceso Digital que ha mandado informes a las instituciones del Estado y que aún espera respuesta.
“Hay que estar pidiendo refuerzos cuando ellos están metidos acá, ellos están armados y en el último motín que hubo, eran las seis de la tarde y yo iba para donde ellos, una privada de libertad me dijo que para donde iba y le dije que iba a parar eso. Recuerdo que llovían los disparos como si fueran confites en una piñata”, relató.
Castejón siguió contando detalles de cómo los menores de edad, privados de liberad, se suben a los muros y se masturban frente a ellas y amenazan al personal y privadas de libertad.
“Hasta me quebraron los vidrios del carro a pedradas, lo tengo botado y nadie se hace cargo de eso”, contó Castejón.
Los menores de edad que están internos en el Centro de Internamiento para Menores Infractores Renacer son en su mayoría miembros y simpatizantes de pandillas. Según la directora de la PNFAS ellos entran a la penitenciaria de mujeres a amenazar a las privadas de libertad que son de una mara contraria a la que ellos pertenecen.
“No deberían meterse, pero se saltan cuando quieren y amenazan a las privadas de libertad. No sé cómo hacen para distinguirse, pero saben que privada de libertad es de ellos o de los otros”, declaró.
Renacer es ingobernable
La directora de PNFAS, Mariza Castejón, detalló que la situación que se vive en el Centro Renacer es complicada, la define como ingobernable. Recordó que los menores se amparan en la protección que les brindan defensores de derechos humanos.
Castejón dijo que, pese a que el gobierno invirtió recursos en la construcción de un muro entre la PNFAS y Renacer, este fue rápidamente destruido.
El 18 de febrero de 2016 dos muertos y al menos una docena de menores resultaron heridos en un amotinamiento en el Centro de Internamiento para Menores Infractores Renacer.
Investigan
La subsecretaria de Desarrollo Social, Zoila Cruz, fue consultada sobre el tema por Proceso Digital. Ella detalló que desde la administración central se investiga lo que ocurre en Renacer, así como en otros centros donde hay menores internos.
“Hay una investigación en curso al respecto”, dijo refiriéndose a las denuncias que salen desde la cárcel de mujeres.
Cruz indicó que el problema se resolverá en su totalidad cuando se materialice el traslado a otras edificaciones de Renacer un hecho, que según indicó, ya está contemplado con la construcción de una nueva sede, una situación que podría estar resulta a mediados de este 2017.
Mientras tanto, dijo que se reforzarán las barreras para lograr contener las invasiones de los jóvenes al centro de mujeres. Detalló que por lo menos 60 personas custodian el recinto.
En Renacer hay 220 jóvenes internos que son supervisados por jueces de ejecución dijo la vice ministra Cruz.
