Roma.- Un grupo de inmigrantes latinoamericanos afincados en la ciudad estadounidense de Chicago intentará llamar la atención mañana del papa para que convenza al presidente de EEUU, Barack Obama, de que «detenga las deportaciones» a inmigrantes sin papeles.
Se trata de un grupo de inmigrantes, encabezado por el padre Marco Mercado, delegado para la comunidad latina del arzobispado de Chicago, que han viajado a Roma decididos a pedir ayuda a Jorge Bergoglio.
El papa recibirá a Obama, que esta semana realiza una gira por países europeos, el próximo jueves en el Vaticano.
«Es la primera vez que un grupo de inmigrantes viene a Roma a pedir al Santo Padre que interceda ante el presidente Obama por los más de 12 millones de personas que esperan regularizar su situación en los Estados Unidos», declaró Mercado a Efe
Tanto es así que han solicitado por escrito que el papa Francisco les conceda un encuentro en privado después de la Audiencia General que ofrece el pontífice todos los miércoles en el Vaticano.
El encuentro no ha sido confirmado, pero sí su asistencia al área preferencial de la Plaza de San Pedro, la más cercana al papa.
«Nos quedaremos en el área reservada e intentaremos llamar su atención. Conociendo al papa, esperemos que se acerque a hablar con nosotros», explicó el padre Mercado.
Además, le pedirán que bendiga una imagen de la virgen de Guadalupe, considerada «La reina de los inmigrantes», y un crucifijo en madera del Cristo de los Emigrantes de Joliet (Illinois) que han traído con ellos, «un gesto» que, dicen, dará esperanza a las millones de personas en situación irregular.
El papa recibirá a Obama, que esta semana realiza una gira por países europeos, el próximo jueves en el Vaticano.
«Es la primera vez que un grupo de inmigrantes viene a Roma a pedir al Santo Padre que interceda ante el presidente Obama por los más de 12 millones de personas que esperan regularizar su situación en los Estados Unidos», declaró Mercado a Efe
Tanto es así que han solicitado por escrito que el papa Francisco les conceda un encuentro en privado después de la Audiencia General que ofrece el pontífice todos los miércoles en el Vaticano.
El encuentro no ha sido confirmado, pero sí su asistencia al área preferencial de la Plaza de San Pedro, la más cercana al papa.
«Nos quedaremos en el área reservada e intentaremos llamar su atención. Conociendo al papa, esperemos que se acerque a hablar con nosotros», explicó el padre Mercado.
Además, le pedirán que bendiga una imagen de la virgen de Guadalupe, considerada «La reina de los inmigrantes», y un crucifijo en madera del Cristo de los Emigrantes de Joliet (Illinois) que han traído con ellos, «un gesto» que, dicen, dará esperanza a las millones de personas en situación irregular.
