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Iglesia Católica invita a hondureños a iniciar el 2015 en amor y dejar a un lado la violencia

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Tegucigalpa – En la última homilía dominical de 2014, la Iglesia Católica llamó a la población hondureña a iniciar un nuevo año con amor, dándole sentido a la vida y no bajo las tinieblas de muertes y violencia.

La homilía dominical fue celebrada en la Catedral Metropolitana por el Cardenal hondureño, Óscar Andrés Rodríguez, durante la celebración del Día de la Sagrada Familia.

El líder católico dijo que “viviendo con Cristo, vivimos en paz, ese ahora es el ahora de la entrada total de la historia”.

En ese sentido, dijo que “ahora termina un tiempo y comienza otro, no sólo porque vamos a arrancar las páginas del calendario diciendo ahora viene 2015, no, comienza un tiempo nuevo, un tiempo de salvación”.

A juicio de Rodríguez Maradiaga, el inicio de un nuevo año “es la oportunidad que Dios nos da de entrar en la experiencia del amor, en la experiencia de la vida que Dios nos ofrece en Jesús”.

Invitó a las personas a preguntarse si están viviendo su tiempo aburridos o como un regalo o un tesoro, dándole un sentido nuevo a la vida.

Destacó que cada instante las personas tienen la oportunidad de elegir entre el bien y el mal, entre la vida y la muerte, entre la luz y la oscuridad.

“Tenemos que pensar hoy en día que triste es que nuestro mundo no quiera aceptar la luz y prefiera vivir en las tinieblas de la guerra, de la violencia”, acotó.

Asimismo, cuestionó: “¿hemos recibido la luz de Cristo o preferimos vivir en las tinieblas del mal, de la violencia, de la negación al amor al hermano, de la falta de solidaridad para ayudar al pobre y el necesitado? ¿Es Cristo para nosotros, ahora que termina el 2014 la esperanza que renueva nuestra vida cada mañana?”.

En base a lo anterior, recomendó que el año nuevo que empieza debe vivirse bajo la luz de Cristo y no en las tinieblas del mal, del pecado y la muerte.

En conmemoración a la fiesta de la Sagrada Familia, el Cardenal lamentó que niños y niñas crecen sin una familia, apenas con una madre soltera.

El plan de Dios es que la familia sea una escuela de valores humanos, de amor, de sicología y con estabilidad.

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