Miami (EEUU) – Hugh Hefner, el fundador de la revista erótica “Playboy”, soñó siempre con estar enterrado al lado de la actriz Marilyn Monroe y eso se va cumplir finalmente.
Hefner murió este pasado miércoles a la edad de 91 años y su familia hace preparativos para enterrarlo en la cripta que compró en 1992 por 75,000 dólares, precisamente al lado izquierdo donde está la de Monroe, muerta en 1962 de una sobredosis a la edad de 36 años.
Los nichos están situados en el cementerio Westwood Memorial Park de Los Ángeles.
Hefner y Monroe tenían mucho en común.
Hugh Hefner con el primer numero de «Playboy» con Marilyn MonroE
Hefner lanzo el primer número de “Playboy” en 1953, usando en la portada y en páginas interiores fotos de Monroe desnuda.
Pero a Hefner se le adelantó Richard Freddie Ponder, un millonario que murió en 1986, y quien compro el nicho por encima de Monroe al ex marido de la actriz, el legendario beisbolista Joe DiMaggio.
La viuda de Ponder, Elsie, atendiendo la última voluntad de su marido, dio instrucciones a la funeraria para que lo colocaran con la cara hacia abajo, así que está por encima de Monroe.
Hugh Hefner será enterrado al lado de Marilyn Monroe
Hefner murió de causas naturales, según su familia, pero, de acuerdo a la cadena ABC, ya cuando tenía 85 años, se había quedado sordo por efecto secundarios de las pastillas Viagra, que solía tomar para mantener su vida sexual.
Hefner, por la década de los años sesenta, había montado un imperio con los más de cinco millones de suscriptores de su revista y los clubs “Playboy” por todo el mundo.
Pero más que todo, Hefner había impulsado una revolución cultural sexual que estaba tocando todos los estamentos de la sociedad de entonces.
Era la liberación de una generación que se sentía acorralada por viejos tabúes sexuales y que la encontraba en una revista qué bajo la sombra de una cierta intelectualidad, mostraba también mujeres desnudas.
Hugh Hefner con sus conejitas de «Playboy»
En estos años, esa revista seria calificada de “machista” y no es de extrañar que hace unos veinte años empezó a caer sus tiradas y llegar a ser irrelevante.
En los años sesenta y setenta, las entrevistas que publicaba “Playboy” eran tan interesantes como las fotos.
En la España franquista estaba prohibida “Playboy” y mientras hacía prácticas de periodismo en el “El Diario Vasco” de San Sebastián, cogía cada mes un tren hacia la ciudad francesa de Hendaya para comprar un ejemplar de “Playboy”.
A mi regreso a la ciudad universitaria de Madrid, esa copia pasaba de mano en mano entre los universitarios, hasta que regresaba a las mías, unas semanas después, para volverla a esconder.
Una portada de Playboy con Marilyn Monroe
Y ya como periodista en Londres, conocí a Hefner en su “Playboy Club” de la calle Park Lane, frente a Hyde Park, rodeado, como siempre, de sus “conejitas”.
Era entonces todo una leyenda, envidiado por su fama de seductor e impulsor de esa revolución sexual que pregonaba.
Pero ahora, con su muerte, es una simple noticia curiosa por querer ser enterrado al lado de su musa, Marilyn Monroe.