Las madres migrantes permanecen de cuatro a cinco días en las estaciones de la patrulla fronteriza y luego son puestas en libertad con una orden de ampliación de deportación, durante este tiempo reciben atención y alimentación.
Cabe resaltar que el alcalde de McAllen, James Darling, está coordinando esfuerzos con la iglesia católica, quienes han acondicionado un salón del templo Sagrado Corazón de Jesús, ubicado cerca de la estación de buses donde los migrantes reciben donaciones como ser: alimentos, ropa, utensilios personales de limpieza y medicamentos. A la vez, se han habilitado duchas móviles.
Por su parte, la Cónsul Bulnes en nombre del Gobierno de Honduras agradeció el apoyo brindado a los connacionales, al director de la ciudad Roy Rodríguez, y a la hermana Norma Pimentel, quien es la coordinadora de la ayuda junto a un equipo de voluntarios.
Este lunes, ambas Cónsules se trasladaron a dos centros de detención, específicamente la estación Fort Brown y Puerto Isabel, donde continúan con los trabajos de reconocimiento de migrantes hondureños.