Tegucigalpa – ¡Me encanta mi trabajo!, fue una de las frases que expresó la coordinadora de la Unidad de Gestión de Riesgos del Instituto Hondureño de Ciencias de la Tierra (IHCIT) de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) y ex becaria de la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (Jica), Lidia Torres.
La hondureña Torres es una beneficiada del programa de becas que patrocina Jica a través de distintas especialidades por medio de expertos japoneses. Torres, recuerda que desde que era una niña deseaba ser una ingeniera y por eso decidió estudiar ingeniería en producción industrial.
En el 2009 tuvo la oportunidad de viajar a Nicaragua para continuar especializándose y fue así que recibió un máster en evaluación de riesgos y reducción de desastres.
Desde hace dos años, Torres labora en la UNAH y fue así que a través de su trabajo conoció sobre la cooperación japonesa y sobretodo del patrocinio de becas. “En la oficina, necesitamos comprar un equipo para interpretación de fotografías aéreas y a raíz de esta comunicación me enteré sobre la beca que existía para viajar a Japón y entonces apliqué”, recordó la ex becaria de Jica.
Relató que “en la unidad en la que trabajo, fui la primera en participar en el curso y actualmente hay otro compañero que también está recibiendo la misma capacitación que yo recibí”.
La ex becaria de Jica, recibió el curso “Manejo de Desastres Basado en la Organización Comunitaria” y permaneció en Japón desde el 14 de octubre hasta el 23 de noviembre del 2012. Durante su estadía en Japón, Torres visitó varias ciudades del país asiático.
“Japón es uno de los países más preparados para enfrentar situaciones de emergencias o desastres; por lo que antes de viajar a Japón tenía la expectativa de conocer y aprender todo lo que fuera necesario para después transmitirlo en mi país”, expresó Torres.
Asimismo, añadió que “cuando estuve en Japón me di cuenta que el secreto del pueblo japonés en recuperarse tan rápido y estar preparados es porque creen en la comunidad, existe organización comunitaria en disciplina, respeto mutuo, auto ayuda y ayuda mutua para que los planes de evacuación frente a una emergencia den resultado”.
La comunidad japonesa sabe qué hacer en una emergencia, y cuando ocurre una amenaza o situación de emergencia actúan antes de que las autoridades encargadas se hagan cargo de la situación, enfatizó.
“Lo que más me llamó la atención fue que en Japón se respetan las reglas de ordenamiento territorial, la construcción y diseño sísmico, conjugan ambas y los japoneses le dan importancia a la preparación comunitaria en función a que han aprendido a convivir con el riesgo”, apuntó la ex becaria.
El apoyo que brinda Jica al país, es transmitir lo aprendido en Japón a un grupo de voluntarias y estudiantes de la carrera de trabajo social de la UNAH con la intención de que esta filosofía se replique desde las diferentes actividades que se desarrollan a nivel comunitario.
Asimismo, Torres se encarga de fortalecer y capacitar el Comité de Emergencia Municipal (Codem) en áreas específicas en donde la cooperación japonesa ha realizado obras de mitigación ante deslizamientos en conjunto con la Alcaldía Municipal del Distrito Central (AMDC) y el Codem, que incluyen el cerro El Berrinche y El Reparto, zonas de alta vulnerabilidad por diferentes amenazas, no sólo de tipo natural sino social.
La ex becaria también coordinó capacitaciones en donde participaron niños de escuelas primarias de la zona de El Berrinche y El Reparto, con la intención de que los menores lleven el mensaje hasta sus familias y vecinos.
“Considero que es urgente que las acciones lleguen hasta las comunidades que conviven día a día con el riesgo, porque son ellos los primeros en actuar en momentos de emergencia y si logramos tener comunidades con conocimiento y sensibilización, capaces de responder; evitaremos la pérdida de vidas y de bienes”, enfatizó.
Agradeció a Jica por la oportunidad de capacitarse en Japón. “Las herramientas que traje conmigo para hacer un pequeño cambio en la vida de personas de mi país es invaluable; el apoyo de Jica y el gobierno japonés al creer en nosotros como becarios es admirable y sin duda genera un compromiso moral nuestro”, finalizó.
Con respecto a la comunidad que habita en la zona El Berrinche, el líder comunitario, Lázaro Baquedano, recordó que la comunidad antes tenía mucho miedo sobretodo en la época de invierno porque vivían en una zona de riesgo y tenían temor por sus vidas.
“Ahora toda la comunidad se siente más tranquila, tenemos confianza, ya perdimos el miedo porque gracias a la ayuda que nos brindó el pueblo de Japón, se realizaron estas obras de mitigación en El Berrinche y El Reparto”, concluyó Baquedano.
En septiembre pasado, se inauguró la obra de mitigación en el cerro El Berrinche y El Reparto y en noviembre justamente después de cumplir 15 años de la tragedia del huracán Mitch, floreció Sakura, que es la flor que representa el alma japonesa. Durante la inauguración se plantaron 132 árboles por las autoridades del gobierno hondureño y japonés en el sitio.