Glenda, quien emigró a España hace siete años, vive el infortunio de desconocer el paradero de su hijo con apenas 15 años de edad, quien desapareció en un intento para evitar ser reclutado por bandas delincuenciales en El Progreso, Yoro, norte de Honduras.
Esta desesperada madre conversó con Proceso Digital y su web especializada Departamento 19, a continuación lo que relató:
«Mi hijo estaba siendo perseguido por delincuentes en El Progreso, empezaron a buscarlo en el colegio, luego en el negocio de mi mamá, después cerca de la casa. Ya a finales de febrero, le dijeron que tenía que ingresar a la pandilla y una noche estos hombres se encontraban en una esquina cerca de la casa de mi madre, ella al verlos determinó que tenía que hacer algo», dijo la hondureña.
Ante tal situación la madre de Glenda decidió viajar a Tegucigalpa con Alexander, en donde estuvieron durante unos días, sin embargo, los presuntos reclutadores continuaban amenazando al joven a través del teléfono móvil, contó Glenda.
La hondureña pretendía solicitar en España un tipo de asilo para su hijo. Debido a que es divorciada, necesitaba presentar a las autoridades en aquel país el documento que respaldara que tenía la patria potestad del menor y así obtener el derecho de reagrupación familiar. Leer nota completa