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Honduras una nación rica en recursos naturales inmersa en la pobreza

Ing. René Alfredo Soto Rivera

Sin duda alguna se puede afirmar que los gobiernos de turno, unos más que otros han contribuido a colocarnos en los últimos lugares a nivel de Latinoamérica en desarrollo humano y prosperidad,

El Estudio de Índice de Prosperidad de Hellosafe nos ubica como uno de los países menos prósperos de la región con un 63% de la población viviendo en condiciones de pobreza (6.4 millones de personas) y un 3.7 % viviendo en extrema pobreza.

Igualmente, un estudio del BID refiere que Honduras ocupa el segundo lugar en pobreza extrema y moderada en América latina y el Caribe en donde el 3.5% de la población vive en extrema pobreza y que sobreviven con un ingreso diario entre 3.65 $ -6.85 $ equivalente entre 92.58 y 173.75 L. al día. Ambos análisis reflejan una triste verdad sobre la situación de calamidad que existe en nuestro país.

Lo gracioso y/o bochornoso de esta información es que el Instituto Nacional de Estadística (INE) sale “aclarando” a la opinión pública sobre la inexacta información de cualquier organización internacional, proporcionando “cifras escalofriantes como que en el 2024 el Gobierno de la Refundación Nacional redujo la pobreza en un 62.9 % y que la pobreza extrema paso al 40.1%”

Es decir, que el gobierno actual encontró la dinámica del desarrollo, con las acertadas ejecutorias y por supuesto con un gabinete de lujo en la ejecución del gasto público y en la toma de decisiones y que por esa razón se han mejorado los índices de pobreza moderada y extrema, situación que los hace ver como poco serios profesionalmente, reflejando una ética que puede ser muy criticada.

Lo que ocurre en Honduras es una realidad que hasta el menos iletrado lo puede observar y entender, y es que la administración pública ha sido como una caja de regalos en donde el partido  que obtiene el triunfo en el proceso electoral “democrático” distribuye los cargos de las diferentes instituciones públicas a los activistas del partido según el desempeño de estos en la contienda electoral, siendo como una distribución de premios por: la gran gritada, asoleada, quema de llantas, adulterar actas, discursos políticos…etc.

Ninguna nación se desarrollará con esos cuadros “técnicos” y sin ningún plan de desarrollo económico-social-educativo, en donde se invierte a mata caballo más dinero en canchas de futbol que en los centros educativos y hospitales, solo por mencionar dos temas de interés nacional.

Hay que decirlo con claridad que el actual gobierno de Xiomara Castro se ha caracterizado por hacerle la vida imposible a la empresa privada, a la cual se le ha observado como un enemigo y posiblemente se le ha acusado de ser el autor de mantener al pueblo hondureño en la extrema pobreza, un discurso y acciones observadas por todos los hondureños y que no llevan a ningún lado, más que al caos.

Decimos que Honduras es una nación rica en recursos naturales inmersa en la pobreza por las siguientes razones: las ventajas regionales que tiene Honduras con respecto a muchos países de Latinoamérica son envidiable, al tener una de las economías más fuertes del mundo a pocas horas en avión y a pocos días en barco, como lo es los Estados Unidos de Norte América, una nación con dos salidas marítimas en donde los puertos pueden ser el paso de mercaderías en doble vía, una condición no aprovechada y olvidada por situaciones aún no entendibles.

Honduras es uno de los países más ricos en materia forestal, en donde los bosques de coníferas crecen sin ser plantados y en donde de cada 100 semillas que caen al suelo 99 germinan, una nación con un sistema hídrico natural envidiable para desarrollar los sistemas agrícolas-ganaderos en las partes bajas y valles. Honduras con 25 cuencas hidrográficas, 133 sub cuencas y 6,845 microcuencas, es decir; con esa capacidad hídrica natural, podría ser una nación productoras de alimentos y exportadora al mundo.

Otra situación que no podemos entender, es lo que pasa con el manejo del sector forestal, una nación en donde los árboles nacen por naturaleza con uno de los mejores desarrollos en comparación a otros países forestales que son potencia a nivel del mundo, como es el caso de Finlandia en donde el desarrollo económico se fundamentó en el desarrollo forestal, pero con una gran diferencia con respecto a nuestros bosques, y es el hecho que en aquellas nación hay que esperar entre 60 , 70 y hasta 80 años para aprovechar los árboles.

En el caso nuestro, los bosques se deben de intervenir cada 5 años y cada vez que se interviene el bosque crece en diámetro y altura, hasta llegar a una rotación entre 45 y 50 años, lo increíble de esta comparación es que Finlandia desarrolló el país y hoy ocupa los primeros lugares en desarrollo: social, educativo y financiero a pesar de esperar tantos años, y en nuestro caso no lo hemos podido hacer a pesar que podemos aprovecharlos cada 5 años; una situación que podríamos aprovechar para generar empleo comunitario.

Honduras con mejores condiciones de suelo y agua, en cuanto a fertilidad y abundancia de agua, que el Estado de Israel y no hemos podido producir alimentos como ellos, con mejores condiciones climáticas; con más recursos hídricos que cualquier nación en el mundo, con conexión a dos océanos…etc. y la población sigue en pobreza moderada y extrema.

Podemos concluir que no podemos seguir en esta situación y que Honduras necesita de los mejores cuadros profesionales, debemos parar esta piñata o lotería estatal, no es justo que nuestra nación rica en recursos naturales tenga a la población con los índices más bajos de desarrollo humano y pobreza a nivel mundial.

Necesitamos un giro de 180 grados hacia la profesionalización, a la eficiencia en los procesos administrativos, al buen uso de los recursos naturales, al impulso del turismo, desarrollo forestal y agrícola, la generación de energía renovable, al cumplimiento de los ODS, a construir más escuelas y menos campos de futbol, a mejorar el Currículo Básico incluyéndole el tema ambiental urgentemente, construir bibliotecas a nivel nacional conectadas con centros de investigación, etc. a ser más hondureños y querer más la nación…

Es inaceptable, que un gobierno que recibe 40 millones de dólares diarios por remesas, no pueda arrancar, que no tenga una brújula hacia el bien común, sin un plan de desarrollo a corto plazo, no necesitamos discursos políticos, necesitamos objetivos claros de desarrollo, con actividades y resultados medibles, en donde se demuestre con cifras que podemos superar los indicadores de pobreza, pero ya no queremos más circo, ¡deseamos ver las propuestas de desarrollo!

Revisemos y consultemos a las: universidades, a los profesionales, a los hondureños más sobresalientes con un solo propósito, el estructurar un Plan Nacional de Desarrollo a largo plazo con resultados medibles cada 4 años, que nadie llegue a inventar el agua caliente, un horizonte claro y definido, solo así saldremos de la improvisación y del derroche de los recursos financieros, así como el mal uso de los bienes públicos. 

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