Marroquín detalló que en una escala de cero a 10, Honduras tiene 2.8 en el índice de percepción de corrupción, lo que lo ubica como un país altamente corrupto.
Explicó que los países que se ubican por debajo de un índice de tres, son considerados altamente corruptos y en América Latina, Honduras se ubica en esa categoría junto a Venezuela y Paraguay.
En ese sentido, Marroquín recomendó que se necesitan nuevas políticas anticorrupción ya que las actuales estructuras no han dado resultados porque son muy pobres.
La próxima semana, Tegucigalpa será sede del Tercer Foro Centroamérica y República Dominicana por la Transparencia, que reunirá a funcionarios públicos de los gobierno y representantes de la sociedad civil organizada, que promueven la lucha contra la corrupción en la región.
Las declaraciones de Marroquín se dan en el momento que en Honduras se destapa un escándalo acerca de la donación de 100 millones de dólares por parte del gobierno venezolano de Hugo Chávez al ex presidente Manuel Zelaya.
Dimes y diretes entre funcionarios de la administración Zelaya, así como el enfrentamiento entre el Ministerio Público y el Tribunal Superior de Cuentas (TSC), mantienen acaparada la atención de los medios de comunicación de este país centroamericano.
Además, la semana anterior el presidente hondureño Porfirio Lobo, manifestó que sigue ordenando las secretarías de Salud, Educación, Finanzas y Obras Públicas, Transporte y Vivienda (Soptravi), aunque aceptó que “son grandes núcleos de corrupción institucionalizada”.
De su lado, la designada presidencial, María Antonieta Guillén, dijo durante el lanzamiento del foro este jueves en Casa de Gobierno, que hay consciencia sobre el problema y la idea es replantear el papel de los órganos contralores del Estado para prevenir la corrupción mediante esquemas de transparencia.
La funcionaria también se refirió a las muertes y actos de corrupción que quedan en la impunidad por lo que consideró que se tienen que crear los procesos para poner un hasta aquí y acabar con esa impunidad.
“La idea es motivar y empujar un cambio en las actuaciones de los funcionarios públicos, en la investigación y deducción de responsabilidades”, acotó.
Marroquín insistió en que se debe despertar la inquietud entre todos los sectores para adoptar nuevas acciones en contra de la corrupción.
Enumeró que una de esas acciones que puede discutir la sociedad, es darle poder a las agencias anticorrupción, para que también puedan investigar y prevenir la corrupción y eso es algo que se puede pensar y discutir.
Dinero sucio en campañas
El representante de Transparencia Internacional, también alertó sobre el financiamiento de dinero ilícito en las campañas políticas, porque ahí se inicia la captura del gobierno al asumir compromisos con grupos.
Indicó que en Centroamérica y principalmente en el denominado Triángulo Norte que componen Guatemala, El Salvador y Honduras, se percibe un incremento del financiamiento de las campañas políticas por parte del crimen organizado y por existe una necesidad de fortalecer las instituciones.
Marroquín indicó que es muy difícil cuantificar cuánto se pierde a consecuencia de la corrupción ya que hay variadas formas de practicar ese flagelo, pero según un estudio realizado en Guatemala, en ese vecino país un 25% del presupuesto general, se pierde en corrupción y conservadoramente, estimó que ese mismo porcentaje es aplicable a Honduras.
Añadió que lo pernicioso no es solamente el dinero que se pierde, sino que se desvirtúan las instituciones públicas.
El foro que se realizará el 10 y 11 de octubre próximos, es financiado por Transparencia Internacional, con la representación en el país de la organización Por Una Sociedad Más Justa (ASJ), e incluye también el apoyo de varios organismos como el Banco Mundial, Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la Cooperación Suiza, Usaid, Pnud, Danida de Dinamarca y la Unión Europea, entre otros.