Tegucigalpa – El problema actual de Honduras es que enfrenta una fuerte presión económica para avanzar a la siguiente fase de la reactivación económica en un momento que la positividad de los casos de COVID-19 se mantiene con proyección de aumentar, expuso el epidemiologo Manuel Sierra.
Señaló que las tendencias de positividad en los resultados de pruebas PCR no bajan del 30 por ciento desde hace tres semanas.
Estamos en esa crisis social y económica forzados a abrir en un contexto que la pandemia va para arriba, expuso el profesor de la facultad de ciencias médicas de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH).
Sierra indicó que debido a los seis meses de confinamiento con una tímida reactivación, los hondureños han pagado un alto precio en el aspecto social, económico y sicológico.
Calificó que debido a la pandemia, se fragilizó la economía del país, donde la mayoría de los hondureños laboran en el sector informal y del día a día.
“Con una economía tan frágil como la de Honduras cuando las principales ciudades del país, casi el 60 por ciento de la población trabajadora está en una economía informal vive del día y sin ninguna prestación”, aseveró el epidemiólogo. (ag)
