-En la Conferencia participarán más de 200 participantes de los gobiernos y organismos de la región.
– Se estima que hay unos 13 mil niños hondureños en albergues de Estados Unidos.
Aunque la migración de hondureños hacia el norte del continente ha sido un hecho cotidiano y creciente, lo novedoso actualmente es que en los últimos meses las cifras se han disparado en miles y los protagonistas de las historias son básicamente niños, jóvenes y en algunos casos padres de familia que les acompañan.
Autoridades hondureñas atribuyen el fenómeno a la violencia, una causa siempre presente pero que según ellos, cada vez golpea más por la presencia del crimen organizado.
Luego de nombrar la Fuerza de Tarea para el Niño Migrante, a finales de junio pasado, el Presidente Juan Orlando Hernández anunció que convocaría a una cumbre internacional para tratar esta crisis humanitaria.
Es por lo anterior, que la ciudad de Tegucigalpa se convierte durante hoy y mañana jueves en la sede de la Conferencia Internacional sobre Migración, Niñez y Familia, evento que contará con expositores internacionales, entre ellos José Miguel Insulza, secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Honduras plantea la conferencia como una plataforma regional en la búsqueda soluciones integrales para el fenómeno de la migración que afecta a los países de la región, incluidos los de tránsito y destino, por lo que según los organizadores, existe una obligada corresponsabilidad en la atención de la emergencia desde sus raíces.
“Lo que nos interesa en todo momento es reconocer que se debe respetar el interés superior de los niños de reunificarse con sus familiares, ya sea en Estados Unidos o en el país de origen”, ha dicho Juan Orlando Hernández en declaraciones a periodistas.
Asimismo ha catalogado que “en este drama también hay una cadena de desinformación, pues los traficantes (coyotes), les hacen creer a los migrantes que serán beneficiados con reformas migratorias para que puedan obtener un estatus migratorio y se puedan quedar, pero todo eso es una mentira”
“Estados Unidos hace enormes esfuerzos y tiene una gran voluntad, pero debe hacer muchos ajustes para proporcionarles las mejores oportunidades a los niños migrantes”, dijo por su parte Ana García, Primera Dama y quien encabeza la Fuerza de Tarea.
Ella viajó por ese país del norte, donde visitó albergues, estaciones fronterizas y puntos por donde ingresan a diario miles de centroamericanos de todas las edades.
“Esta situación nos ha desbordado a todos… Las cifras son duras y desgarradoras: en septiembre de 2013 había dos mil 700 niños migrantes hondureños en Estados Unidos; a junio de este año, ya son más de 13 mil”, dice la Primera Dama.
En el evento estarán delegaciones de Estados Unidos, México y Centro América, según confirmó la Canciller Mireya Agüero quien durante el fin de semana trató el tema de migración con cancilleres centroamericanos y el Secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin.
¿Cambiar la Ley?
Desde octubre del pasado año, más de 57 mil menores han cruzado la frontera sin compañía de un adulto, la mayoría procedentes de Honduras, Guatemala y El Salvador, lo que ha desbordado a los centros de acogida y puesto en un aprieto a la administración de Obama.
Según la Casa Blanca, una de las opciones que examina Obama es cambiar una ley de 2008 que exige que la Patrulla Fronteriza entregue al Departamento de Salud a aquellos niños indocumentados que crucen el límite del país y cuya nación de origen no comparta frontera con EEUU, en lugar de deportarles de inmediato.
Esta ley, que promulgó el ex presidente republicano George W. Bush poco antes de dejar su cargo y que contó con el apoyo de republicanos y demócratas del Congreso, pretende proteger a los menores de la explotación sexual y otros abusos.
La ley permite a los menores indocumentados de países que no linden con EEUU que sus casos sean escuchados ante un juez de migración, por consiguiente están en el país mientras esperaran a la audiencia, «lo que puede durar meses o años».
En tanto el papa Francisco pidió a EEUU y a México «proteger» y «atender debidamente» a decenas de miles de niños que migran solos para escapar de la pobreza y la violencia en Centroamérica, y a los países expulsores les urgió a impulsar políticas de desarrollo
Iglesia
Mientras en la región, los obispos reconocen que algunos de estos niños y adolescentes migrantes podrían obtener la condición de refugiado o protección complementaria y han emitido una declaración sobre la crisis humanitaria y ha evocado a “globalizar la solidaridad”.
En ese contexto la conferencia internacional sobre migración infantil y familia, podría convertirse en una plataforma con potenciales salidas a la crisis.