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Honduras en cifras poblacionales, una aproximación al debate   

Ricardo Puerta

Tegucigalpa. – A continuación, el lector encontrará evidencias, descripciones y explicaciones de causas y efectos sobre Honduras y sobre su población. A veces, en comparación con uno o varios de los 7 países independientes de Centroamérica, que son: Belice, Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica y Panamá. Comparados con Costa Rica y Panamá con más frecuencia por ser las 2 únicas naciones de Centroamérica que cada año atraen más inmigrantes extranjeros a sus respectivos territorios, en vez de expulsar nacionales, “a cómo sea posible”, documentada o indocumentada, que se van al extranjero desde su país de origen por razones conocidas.

Espero que el texto aquí compartido les interese a  periodistas, investigadores, académicos,  estudiantes, comentaristas de radio y televisión,  y a otros que se están iniciando o  son ya expertos en uno o varios de los siguientes sub-temas: asilo, refugio, visas, migración, medio ambiente, educación, salud, seguridad, planes de jubilación, legalidad, vivienda, caminos, corrupción, narcotráfico, crimen organizado, extradición, emprendedurismo y sostenimiento de la pequeña y mediana empresa, cooperativas, gobernanza, derechos humanos, etc. 

Honduras, en el año 2022 tenía una población de 10 221 256 millones de habitantes en un territorio de 112,492 km², con una densidad de 90 habitantes por km². La densidad relativa de Costa Rica es 101 y la de Panamá es 58.  La densidad de población se estudia, mayormente para efectos de comparación, a fin de conocer qué tan poblada se encuentra cierta región en relación a otra o varias, sus causas y efectos.

En cuanto a género en la población total hondureña, el 51% son mujeres y el 49% son hombres.  Tendencia que se ha mantenido en los últimos años, y que prueba tener más mujeres que hombres, aunque por un estrecho margen de diferencia.

Para estimar la población total de hondureños se suman a todas las personas que nacieron en el país, si están vivas, sigan o no viviendo en Honduras. Es decir, que también se suman los nacionales que al presente ya viven fuera de aquí, en países extranjeros.

Bajo tal enfoque, diríamos que la población actual de Honduras suma algo más de 11 millones de habitantes, redondeando cifras disponibles. Y los que se han emigrado al extranjero en el caso hondureño suman el 9% del total de su población viva. Ese 9% equivale a 2 veces y un poquito más del 4%, que es la media de la población mundial que emigra hacia afuera desde sus respectivos países de origen.  Son las conocidas diásporas de nacionales de latinoamericanos viviendo ya en un país extranjero.  Hasta el presente, Estados Unidos y España son los dos países de destino, más preferidos cuando el hondureño se va del país donde nació.

El Instituto Nacional de Estadísticas/INE de Honduras, dispone de Proyecciones de población total por departamento, sexo y edad desde el 2013 hasta el 2030 (con valores absolutos y relativos y con estimaciones derivadas).

¿Desde cuándo y por qué empezaron a emigrar los hondureños? ¿Qué efecto tiene esa emigración en el desarrollo de Honduras? Al contestar estas preguntas, el doctor Vladimir López Recinos, hondureño, un reconocido investigador independiente, explora las causas estructurales de la migración como fenómeno social, en su ya clásico ensayo titulado “Riesgos y peligros de migración hondureña a Estados Unidos, divulgado en el 2009.   Sus puntos centrales son:   desarrollo e intercambio desigual entre países; la migración compulsiva y más forzada; los nuevos patrones y escenarios migratorios que han estado presentándose y al mismo tiempo, cambiando en el transcurso de los últimos años; especialmente, con el devenir neoliberal en su contexto económico, político y social. También, es de interés examinar el aumento de los flujos migratorios; las rutas, los riesgos y la vulnerabilidad que enfrentan los migrantes, a raíz de la violencia y la inseguridad que está creciendo más en la ruta migratoria por tierra que conduce a los Estados Unidos.

Al hacerle casi las mismas preguntas, el investigador hondureño Manuel Flores Fonseca, nos responde: “Considero que he incursionado en varios temas fundamentales:   hogares y familias como unidad de análisis, transición demográfica, diagnósticos socio-demográficos, juventud, grupos étnicos, educación superior y migraciones internas e internacionales. En éste último me he adentrado más en los últimos años, y por eso, se ha convertido en el campo que más he estudiado”.

Sobre las razones que dan los emigrados hondureños para desde su país de origen haberse ido al extranjero, los Reportes del Instituto Nacional de Migración de Honduras revelan que los principales motivos por los que los hondureños emigran son razones más de tipo económicas, desempleo y subempleo, huir de la violencia o inseguridad, salud, educación para sus hijos, experticia para los adultos. 

La experticia se define como la generación de una teoría de acción a partir de la propia experiencia, continuamente modificada para mejorar su eficacia. Este proceso de aprendizaje requiere: Definir una acción basada en una teoría causa – efecto, y evaluar o juzgar el resultado o consecuencia de dicha acción.

Otras fuentes informan que se van de Honduras por razones más subjetivas y las condiciones de los contextos que le son propios de su vida cotidiana: “La desesperación, la tristeza, eso lo hace a uno migrar. La gente de Honduras ha emigrado a Estados Unidos desde hace tiempo. Huyen de la violencia del crimen organizado, de la miseria económica, y en el caso concreto hondureño, la indiferencia de un gobierno que como legado recibió de su gobierno anterior la administración de un Estado narco, y que hasta ahora, queriendo y no queriendo, no ha podido desmantelar”.

El narcotráfico tiene un impacto económico significativo en los países afectados, moviendo continentalmente del 2 % al 5 % el PIB latinoamericano, según el Banco Mundial. El valor de los bienes y servicios finales producidos en América Latina y el Caribe experimentó un marcado descenso en el 2015, situándose en torno a los 5,37 billones de dólares estadounidenses. Esta cifra se mantuvo relativamente estable por un sexenio, hasta que en 2022 logró nuevamente superar la barrera de los 6 billones.

Las restricciones a los viajes impuestos como consecuencia de la pandemia de COVID-19 podrían haber influido en las cifras de migración internacional de los hondureños en el 2021. Sin embargo, el número de personas obligadas a abandonar sus hogares debido a los conflictos y la persecución creció más que antes, hasta alcanzar cifras récord propias del 2021.

Hasta el mes de noviembre 2021,  más de 84 millones de personas se habían visto obligadas a desplazarse fuera de su país,  según datos del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). Esa cifra supera los registrados del 2020 y 2019, cuando ya se había logrado nuevas marcas en el número de desplazados forzosos en el mundo.

Aunque 84 millones luzca ser una cifra pequeña como impacto cuantitativo de un fenómeno de naturaleza social, sus consecuencias son aún profundas y considerables, debido a las alteraciones que provocó en la economía; sobretodo, al desviar recursos hacia actividades ilegales en lugar seguirlos invirtiendo en actividades de los sectores productivos legales, tanto conocidos como los nuevos.

El principal país emisor de remesas financieras que llegan diariamente a Honduras es Estados Unidos, con una participación que oscila entre 98% y 98.5% del total (sumando lo que llega desde España)

Para el año, 2023, los compatriotas que radican en EUA enviaron alrededor de 9,330 millones de dólares. Las cifras del año 2023 superaron las de 2022 cuando las remesas recibidas de EUA sumaron 8,563 millones de dólares, equivalente a $23.4 millones diarios y un aumento interanual del 9%.

Un informe del Banco Central de Honduras (BCH) revela que el año pasado 2023, los compatriotas que residen en España enviaron 94 millones de dólares, equivalente a $7.8 millones mensuales. Aunque la moneda europea es el Euro, el BCH usa el dólar como referencia en sus estudios sobre remesas.

Para organismos como el Foro Social de Deuda Externa de Honduras (FOSDEH), la débil economía hondureña no ha colapsado por las remesas financieras que cada año envían más de un millón de inmigrantes hondureños que viven en el exterior, principalmente desde los Estados Unidos de América, aún siendo la economía más estable con crecimiento anual sostenido entre los países más desarrollados del mundo.

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