Consideró que más allá de enfocarse en medidas de seguridad encaminadas a evitar el ingreso de los migrantes a la nación norteamericana es necesario trabajar en un contexto coherente y atender las causas de la migración y garantizar seguridad, trabajo y la oportunidad de una vida digna a la población.
Es importante señalar que existen diversas convenciones a nivel universal y regional que consagran los derechos de la infancia en el ámbito internacional, sin embargo en su mayoría no hacen referencia explícita a la migración infantil y particularmente a la niñez migrante no acompañada, ni los reconocen como grupo específico, indicó.
Hernandez Alcerro aseguró que falta un instrumento internacional especializado que sistematice y aglutine la normativa sobre el fenómeno de la niñez migrante.
En el periódo de 1930 que inicia con el Protocolo Especial Relativo a los Apátridas, hasta llegar al año 2000 con el Protocolo contra el Tráfico de Migrantes por Tierra, Mar y Aire, existen por lo menos 28 cuerpos legales internacionales con normas sobre los derechos de los migrantes en general, los cuales, en algunas ocasiones, se refieren al caso de los menores, informó.
Ante estos antecedentes aseveró que hay desarticulación y lagunas en lo que concierne a la protección de estos menores, las disposiciones están diseminadas en diferentes áreas temáticas y distintos instrumentos internacionales.
Refirió una observación emitida en el 2095 durante el Comité de los Derechos del Niño de la ONU, relativa a la Convención sobre los Derechos del Niño que aborda el «Trato de los menores no acompañados y separados de su familia fuera de su país de origen».
Dicha observación se aplica a los menores no acompañados y separados de su familia que se encuentran fuera de su país de nacionalidad o, si fueren apátridas, fuera del país de residencia habitual, con independencia del régimen de residencia y de las razones de encontrarse en el extranjero, estén o no acompañados o separados de su familia, sin embargo, no se aplica a los menores que no hayan cruzado una frontera internacional.
Marco regulatorio
Siendo los Estados Unidos el principal país de destino, Hernandez Alcerro señaló que esta nación no ha ratificado la Convención sobre los Derechos del Niño, sin embargo ratificó el Protocolo Facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño y La Venta de Niños, la Prostitución Infantil y la Utilización de Niños en la Pornografía.
Otros instrumentos que EEUU ha firmado pero no ha ratificado son el Protocolo contra el Tráfico Ilícito de Migrantes por Tierra, Mar y Aire, y el Protocolo para Prevenir, Reprimir y Sancionar la Trata de Personas, especialmente Mujeres y Niños, que complementan la Convención de las Naciones Unidas Contra la Delincuencia Organizada Transnacional, mediante los cuales se regula la repatriación de los migrantes objeto de tráfico ilícito y de víctimas de la trata de personas.
Mencionó otros tratados firmados y ratificados por Estados Unidos, sin embargo los más vulnerables de todos, los niños y niñas migrantes no cuentan con un marco regulatorio que les dé la protección debida.
Es por ello que el Gobierno de Honduras considera que uno de los resultados concretos de esta Conferencia debe ser la creación de un grupo de expertos que analice las normas internacionales vigentes y proponga y promueva la suscripción y ratificación de un cuerpo legal que dé el adecuado marco de protección que los menores migrantes requieren, dijo el coordinador general del gobierno hondureño.
Debemos contar con los instrumentos legales que impidan que se trate a los niños migrantes como si fuesen inmigrantes adultos, que no criminalicen la migración de la niñez por razones de seguridad personal, la búsqueda de oportunidades o la reunificación familiar, consideró.
Hernández Alcerro abogó porque tengan como eje prioritario el interés superior del niño, que bajo ninguna circunstancia permitan el encarcelamiento de los niños o niñas por razones migratorias.
Emergencia revela el efecto y no las causas
Esta emergencia humanitaria revela apenas el efecto, no las causas, aún tenemos la deuda de la seguridad, del trabajo, del ingreso, de la oportunidad de una vida digna, aseguró.
«Se construyeron cercas y muros, se utilizaron drones, se incrementaron los patrulleros, se deportaron centenares de miles, se gastaron miles de millones de dólares, sin embargo los más vulnerables, los niños tocaron a la puerta y nos dieron el siguiente mensaje: no hemos cambiado las causas que motivaron a sus padres a emigrar», expresó el alto funcionario de gobierno.
Expusó que los niños no tienen conciencia plena de los peligros que les esperan a lo largo del camino ya que van huyendo de la violencia, de la falta de protección de sus familiares, por miedo por hambre o simplemente por falta de cariño.
Historia Humana
Alcerro indicó que el flujo de migrantes centroamericanos indocumentados hacia los Estados Unidos de América se incrementó y aceleró a raíz de los conflictos armados de los años ochenta y luego de desastres naturales que tuvieron un alto impacto económico y social.
Cada ola migratoria ha tenido sus propias causas, pero sin importar su origen o la ruta que siguieron los migrantes, todos han tenido como objetivo buscar seguridad o mayores y mejores oportunidades, dijo.
«Las remesas no fueron suficiente para manifestar su amor, todo padre y madre quiere ver la sonrisa de sus hijos y estos recibir el calor de quienes lo trajeron al mundo, esta es una historia humana», manifestó Hernández Alcerro.
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