spot_img

Homilía: Aunque las turbulencias sean grandes, como la tormenta en Honduras, la palabra de Dios prevalecerá

Tegucigalpa – En un mensaje esperanzador, la Iglesia Católica de Honduras señaló que aunque las turbulencias sean grandes, como la tormenta en Honduras, la Palabra de Dios prevalecerá.

Así lo expresó el arzobispo de Tegucigalpa, José Vicente Nácher quien celebró la eucaristía en la iglesia metropolitana San Miguel Arcángel de Tegucigalpa.

“Aunque las turbulencias sean grandes, como la tormenta actual en Honduras, la palabra de Dios con su promesa de vida, prevalecerá”, expresó.

El cielo y la tierra que conocemos pasarán, pero la decisión de Dios de amarnos nunca acabará. Es decir, podemos fracasar nosotros o sentir que no ha servido de nada tanto esfuerzo, pero -como dice el lema de San Miguel Arcángel- tenemos la certeza que “nadie es tan grande como Dios” y que solo Él tiene la última palabra, reflexionó.

Conviene, que aún en medio de situaciones de crisis e incertidumbres, no se turbe nuestra mente, sino que mantengamos siempre la confianza en Dios y demos esperanza al mundo, agregó.

Es posible una vida nueva, porque tenemos la serena esperanza de que resucitaremos por la victoria de nuestro Señor Jesucristo, continuó.

Muchas veces nos enredamos en cuestiones menores y olvidamos las grandes disposiciones a las que estamos llamados: la fe, la esperanza y el amor, razonó.

Al final de los actos litúrgicos el también presidente de la Conferencia Episcopal de Honduras (CEH) oró por todos los hondureños, en especial, por los afectados por el paso de la tormenta tropical Sara.

 A continuación Proceso Digital reproduce la lectura del día tomada del santo evangelio según san Marcos (13,24-32):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Por esos días, después de aquella tribulación, el sol se oscurecerá, la luna no dará su resplandor, las estrellas irán cayendo del cielo, y las fuerzas que están en los cielos serán sacudidas.

Y entonces verán al Hijo del hombre que viene entre nubes con gran poder y gloria; entonces enviará a los ángeles y reunirá de los cuatro vientos a sus elegidos, desde el extremo de la tierra hasta el extremo del cielo. De la higuera aprended esta parábola: cuando ya sus ramas están tiernas y brotan hojas, sabéis que el verano está cerca.

Así también vosotros, cuando veáis que sucede esto, sabed que Él está cerca, a las puertas. Yo os aseguro que no pasará esta generación hasta que todo esto suceda.

El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. Más de aquel día y hora, nadie sabe nada, ni los ángeles en el cielo, ni el Hijo, sino sólo el Padre.» (RO)

spot_img
spot_img
spot_img

Noticias recientes

spot_img
spot_img