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Hallan en España una de las pocas piezas de madera de la Europa neandertal

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San Sebastián – Un grupo internacional de arqueólogos ha encontrado en el yacimiento vizcaíno de Aranbaltza una herramienta de madera creada por los neandertales hace unos 90.000 años, un hallazgo absolutamente inusual que sólo tiene parangón con piezas encontradas en otros cinco enclaves europeos.

El instrumento, una punta de quince centímetros elaborada en madera de tejo perfectamente conservada, podría haber sido utilizado por los neandertales como herramienta de excavación, si bien los especialistas no descartan que, debido a su forma, previamente hubiera sido empleado como lanza.

La revista científica «Plos One» publica hoy este descubrimiento realizado por expertos del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH), el Institut National de Recherches Archéologiques Préventives (Francia), la Universidad del País Vasco, la Autónoma de Barcelona, la Universidad de Burgos y la de Cantabria.

Los trabajos que se llevan a cabo desde 2013 en el yacimiento al aire libre de Aranbaltza, en la localidad costera de Barrika, donde se han descubierto miles de piezas de factura chatelperroniense, tratan de documentar las formas de vida de los últimos neandertales en la península ibérica hace unos 40.000 años.

Según explica, en declaraciones a Efe, el director de las excavaciones, el arqueólogo del CENIEH, Joseba Ríos-Garaizar, la sorpresa surgió cuando, en una de las últimas campañas, se practicaron unos sondeos «para verificar la potencia estratigráfica del yacimiento», en los que se alcanzaron niveles «de limos y arenas saturados en agua» de una edad cercana a los 90.000 años.

En estas catas, aparecieron distintos objetos de «industria lítica», pero «también algunos restos de madera bien conservados», algo totalmente «excepcional» pues, como comenta Ríos-Garaizar, «la conservación de restos de madera en yacimientos arqueológicos antiguos es muy, muy compleja» porque se trata de un material orgánico que se degrada y desaparece muy rápidamente.

«Se tienen que producir una serie de coincidencias muy afortunadas, casi milagrosas, para que la madera se conserve» y una de ellas es un «contexto saturado en agua», donde la ausencia de oxígeno impide o retrasa extraordinariamente la putrefacción de la madera, relata el experto del CENIEH

Una circunstancia «tan rara» que, además de Aranbaltza, sólo existen otros cinco yacimientos en Europa en los que se han encontrado restos de objetos de madera asociados a neandertales o preneandertales, dos de ellos en Alemania, uno en Inglaterra, otro en Italia y el quinto también en España: el Abric Romaní de Capellades (Barcelona).

En concreto, las catas de Aranbaltza sacaron a la luz dos piezas de madera, una de ellas la citada punta confeccionada por los neandertales con una técnica «relativamente compleja» que los científicos han podido «analizar en detalle» y que, como describe Ríos-Garaizar, «implica coger una rama, partirla por la mitad longitudinalmente y, con ayuda de un utensilio lítico, irla raspando hasta agudizarla».

La primera hipótesis de los investigadores fue que se trataba de una punta de lanza que se rompió, algo que aún «no se descarta del todo» porque «se parece mucho» a unas puntas de lanza encontradas en Alemania, si bien la existencia de huellas de excavación en uno de los extremos del objeto constata que su último uso fue como herramienta para cavar, buscar nódulos de sílex, raíces, tubérculos o hacer agujeros en la tierra.

La existencia en el entorno de Aranbaltza de nódulos de sílex enterrados, de muy buena calidad, lleva a pensar que probablemente, la herramienta fue utilizada con este objetivo, teniendo en cuenta que una de las actividades que los neandertales llevaban a cabo «de forma sistemática» en este emplazamiento era tallar piedras.

La excavación parece haber sido también la finalidad del segundo instrumento de madera descubierto en este lugar, aunque está «menos trabajado» y conserva «gran parte de su forma natural». Se trata de una rama, posiblemente también de tejo, que mantiene su unión al tronco y cuyo extremo opuesto fue aguzado con un objeto de sílex.

Está demostrado, aclara el arqueólogo vasco, que los neandertales usaban instrumentos de piedra para trabajar la madera, porque las abrasiones, estrías y pulidos que presentan las herramientas líticas tras su uso son diferentes según hayan sido empleadas sobre leña, huesos, pieles o para cortar carne.

«Uno de los usos más recurrentes que se identifican cuando se analizan instrumentos del Paleolítico Medio es el trabajo de la madera, lo cual nos dice que era una actividad muy importante para ellos», recalca Ríos-Garaizar, quien cree que, además de para hacer fuego, los neandertales usaron este material profusamente para hacer distintas estructuras, mangos y objetos como lanzas, postes, y palos cavadores, aunque probablemente también tendrían bandejas, palas y otros objetos «sencillos que se pueden hacer con madera».

«Es una tecnología que es prácticamente invisible y sólo en unas contadas ocasiones hemos podido acceder a ella debido a la escasez de piezas. Ahora la punta de Aranbaltza nos permitirá conocer un poco más sobre los neandertales», concluye Ríos-Garaizar.

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