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Guatemala pide que la migración gane peso en una OEA que «no hizo suficiente»

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Washington – El embajador de Guatemala ante la Organización de Estados Americanos (OEA), José María Argueta, pidió hoy que los temas migratorios ganen peso dentro del organismo continental y denunció que lo hecho hasta ahora «no es suficiente».

«Este debería ser uno de los temas más relevantes de nuestra organización, pero parece que no sabemos asignarle el peso que se merece», dijo Argueta durante un foro sobre flujos migratorios en el continente que acogió hoy la sede de la OEA en Washington.

La representante alterna de Guatemala Olga Maria Pérez Tuna preside la Comisión de Asuntos Migratorios (CAM) de la OEA, el principal foro de temas migratorios del organismo.

«La CAM es una comisión venida a menos, y la realidad le ha pedido capacidades que no tiene», añadió el embajador, en referencia a crisis como la de la ola de menores solos, mayoritariamente centroamericanos, que cruzaron a EEUU por México el año pasado.

Argueta explicó que el año pasado su país pidió que la reunificación familiar fuera el principal punto de la agenda del organismo para abordar esa crisis pero, tras la negociación de todos los estados miembros, el texto final incorporó a la defensa de la reunificación un «donde corresponda».

«No significa que no hemos hecho cosas relevantes, pero, desde mi punto de vista, no han sido suficientes», opinó el embajador guatemalteco, encargado del discurso de bienvenida del foro «Retos y oportunidades de los flujos migratorios» que hoy reunió en la OEA a expertos de México, EEUU y España.

El presidente de la organización International Human Rights Group (IHRG), Alfonso Aguilar, defendió que la «inmigración circular» (basada en un programa de trabajo temporal para inmigrantes) evitaría separaciones familiares de larga duración.

«El impacto de la separación familiar es devastador en América Latina, porque la familia es el eje del desarrollo social», argumentó Aguilar, que fue director de la oficina de Ciudadanía y Servicios de Inmigración (USCIS) en el Gobierno de George W. Bush (2001-2009).

Aguilar consideró que la OEA puede ser el foro que necesita América para el diálogo multilateral sobre inmigración, un asunto que, subrayó, «no es un problema exclusivo de Estados Unidos, sino de todo el continente».

Por otro lado, Rodolfo Cruz Piñeiro, investigador del centro de estudios Colegio de la Frontera Norte de México, señaló que la inmigración centroamericana hacia Estados Unidos por México ha ganado volumen y visibilidad en los últimos años.

«Durante mucho tiempo, el debate migratorio en EEUU se ha centrado en la inmigración mexicana, pero ahora la centroamericana está en el punto de mira. Hasta los años noventa, esa inmigración era interregional, después se fue al sur de México y luego se unió al flujo de Estados Unidos», añadió Cruz.

Por su parte, María Moreno, responsable de relaciones externas de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), pidió reducir los costes administrativos asociados a la inmigración y facilitar el envío de remesas.

Sobre el tema también se pronunció Tamar Jacoby, presidenta de la organización Inmigration Works, quien defendió que la mayoría de los empleadores preferirían que los trabajadores inmigrantes estuvieran en situación regular porque «nadie quiere correr riesgos».

«Los empleadores que abusan de los inmigrantes son una minoría», apuntó Jacoby, que lidera una entidad defensora de reformar el actual sistema migratorio estadounidense para un movimiento de trabajadores más libre.

«Hoy en día, menos del 10 por ciento de la fuerza laboral estadounidense tiene sólo la educación primaria y está dispuesta a hacer un trabajo físico duro, pero la demanda de este tipo de trabajadores es estable o incluso crece», señaló.

Por su lado, José María Román, director de la Fundación Ciudadanía y Valores de España, se refirió a la actual crisis migratoria en el Mediterráneo y consideró que el gran problema de Europa es que no «existe un consenso, una política común» en esta materia.

«Lo primero que necesita Europa es la cooperación interna. Y tenemos que ampliar la política de asilo. Tenemos la obligación moral y jurídica de socorrer al inmigrante, el enfoque no puede ser defenderse de él», defendió Román.

La OEA se encuentra en un momento de transición entre la secretaría general del chileno José Miguel Insulza y la del uruguayo Luis Almagro, que asumirá el cargo este 26 de mayo ante el consejo permanente del organismo en su sede en Washington.

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