Guatemala – Guatemala reportó este jueves la muerte de 47 personas por la COVID-19 y 835 nuevos contagios, por lo que el país acumula 2,119 decesos a causa de la enfermedad y 54,339 casos en total desde que las autoridades detectaran el primer positivo el 13 de marzo.
El Ministerio de Salud guatemalteco informó en su tablero de datos que para detectar las 835 nuevos casos se llevaron a cabo 3,843 pruebas.
Guatemala batió el 9 de julio su propio registro de contagios en un solo día con 1.247 nuevos contagios.
El 23 de julio, las autoridades informaron sobre 59 muertes por el virus, la cifra diaria más alta desde que fuera detectado el primer caso positivo el 13 de marzo y la primera muerte, dos días más tarde.
Con las 3.843 pruebas de este jueves, la nación centroamericana sumó un total de 172.712 tests realizados en total desde el 13 de febrero, una de las cifras más bajas del continente de acuerdo a diversas fuentes internacionales.
Guatemala reabrió el 27 de julio sus restaurantes, iglesias, centros comerciales y transporte público tras poner en marcha un nuevo sistema de alertas de la COVID-19 que regula las actividades económicas y de convivencia en el país según el número de contagios por municipio.
La medida, dispuesta por el presidente del país, Alejandro Giammattei, puso fin a 133 días de cuarentena desde el 15 de marzo.
El cese del confinamiento se rige por un nuevo tablero de alertas, que cambia cada quince días, y que se modifica dependiendo de la cantidad de contagios del SARS-CoV-2 en cada uno de los 340 municipios del país.
Las nuevas disposiciones que entraron en vigor a partir del 27 de julio señalan que 158 municipios se encuentran en rojo (alerta máxima), 109 en naranja (alerta alta), 73 en amarilla (alerta moderada) y ninguno en verde.
Giammattei aseguró este jueves en un encuentro con alcaldes municipales que le han trasladado «la responsabilidad a la gente» y que «si la gente se quiere cuidar se cuida» del coronavirus.
En caso contrario, añadió el gobernante, «le ponemos tarjeta roja», y reiteró nuevamente que «hoy si es problema de la gente» cuidarse de la enfermedad.
La defensora de la salud de la Procuraduría de los Derechos Humanos, Zulma Calderón, aseguró el miércoles que el sistema sanitario local ha llegado a su «quiebre» en plena pandemia.
La funcionaria indicó que «es un sistema de salud que está colapsado prácticamente en su totalidad, que está fracturado y que ya no puede dar respuesta a la situación grave del país que enfrenta en este momento».
Guatemala registró este jueves un segundo suicidio de pacientes de la COVID-19 en hospitales públicos, después de que el 2 de agosto otra persona que contrajo la enfermedad también se quitara la vida.
