«Hasta el momento todo sigue en pie. Los cinco presidentes de la región han confirmado su asistencia y oficialmente no hemos recibido la cancelación de ninguno», dijo el portavoz de la Presidencia guatemalteca, Francisco Cuevas.
Poco antes, la Presidencia de El Salvador había anunciado la suspensión de la cumbre en la que se discutirán temas de seguridad y narcotráfico debido al interés de «otros países (…) en participar en la reunión con los mandatarios centroamericanos».
La Casa Presidencia salvadoreña dijo en un comunicado que el presidente de ese país, Mauricio Funes, quedaba «a la espera de una nueva convocatoria para la reunión de mandatarios».
Además señaló que la nueva convocatoria de la reunión de gobernantes de la región debería hacerla «próximamente el presidente de Honduras, Porfirio Lobo, en su calidad de presidente pro témpore del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA)».
Sin embargo, Cuevas negó «enfáticamente» la suspensión del encuentro, indicó que «tal vez a última hora el presidente Funes decidió no participar», pero aseguró que hasta el momento «oficialmente no ha manifestado que no estará presente» en el encuentro.
«Todo está listo para que se realice la reunión. El primero en llegar al país será el presidente (Porfirio) Lobo (de Honduras); luego lo hará (Daniel) Ortega (de Nicaragua), y por último los presidentes (Laura) Chinchilla (de Costa Rica), y (Ricardo) Martinelli (de Panamá), que viajarán en el mismo avión», precisó Cuevas.
Agregó que debido a que no han recibido ninguna información oficial sobre la posible cancelación de la participación de Funes, «se mantienen sin alteración algunas las previsiones para recibirlo y trasladarlo hacia Antigua», donde se celebrará la reunión.
Durante ese encuentro se tiene previsto que los mandatarios de la región discutan sobre diferentes alternativas para hacer frente al narcotráfico, entre ellas la despenalización de las drogas propuesta por el presidente guatemalteco, Otto Pérez Molina.
El comunicado oficial del Gobierno salvadoreño hacía mención a que «varios jefes de Estado de Centroamérica son partidarios de que las estrategias de seguridad deben involucrar a los países vecinos de la región, como es el caso de Colombia y México, por lo que consideran importante su participación en la reunión».
