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Gorgojo de pino, combustible para los incendios

Tegucigalpa.-  La plaga del gorgojo descortezador de pino seguirá dando problemas en materia forestal, pues el corto invierno no fue suficiente para evitar su disminución, y hoy este insecto amenaza con seguir devorando bosques y con ello dar combustible para propagar fuertes incendios forestales en el verano sino se redoblan las acciones de prevención, advierten los expertos.

 

Iniciando el año y las autoridades muestran su preocupación por el avance del gorgojo que está golpeando fuertemente a los departamentos de Francisco Morazán, Olancho y Yoro. Los burócratas del Instituto de Conservación Forestal (ICF), estiman que un poco más de 300 mil hectáreas han sido afectadas, pero el presidente hondureño Juan Orlando Hernández en declaraciones a la estación radial HRN habló de 600 mil hectáreas que podrían ser afectadas si el avance sigue en forma vertiginosa como hasta ahora.

JOH y GorgojoEl gobernante hondureño incluso dijo que han logrado recuperar un poco más de 100 mil hectáreas de bosque de pino, pero es consciente que el problema se puede ir de las manos si el verano es prolongado, como el año pasado, y los árboles de pino dañados son usados como combustible para propagar los incendios forestales.

Esa es la amenaza latente que se cierne por ahora en torno a los desastres que puede dejar esta plaga, que no es nueva en Honduras, ni producto del cambio climático o la sequía, sino que un inquilino que hace tiempo convive con el bosque de pino hondureño pero que la presencia de estos fenómenos naturales ha hecho que su presencia sea casi viral por la deforestación del bosque.

Los estudios forestales indican que la quema de los bosques, la deforestación y las sequías son algunos de los elementos que determinan en gran parte el avance de la plaga del gorgojo descortezador en los últimos años.

Un inquilino de décadas

La presencia de este insecto data desde 1962 a 1965 cuando se produjo una de las más grandes plagas que haya afectado el país, luego su presencia se volvió a registrar de 1982-84; 1996-98, los años 2000-2002, 2003-2005; 2013-2014 y la que se registra desde el año pasado a la fecha, considerada tan devastadora como la de los años sesenta, dada la vulnerabilidad en que se encuentra Honduras tras el paso del  huracán y posterior tormenta tropical Mitch.

Algunos de los efectos que a su paso ha ido dejando el gorgojo descortezador son plagas forestales endémicas, corte del bosque sin el proceso técnico adecuado, deforestación, quema del bosque para cultivos básicos, poca efectividad en los planes de manejo, entre otros.

Los departamentos más afectados a lo largo de la presencia de gorgojo descortezador en Honduras en los últimos 55 años han sido Ocotepeque, Lempira, Comayagua, Intibucá, Atlántida, Francisco Morazán, El Paraíso, Olancho y Yoro.

gorgojoshojaDe acuerdo a los expertos, la plaga del gorgojo en el país se ha caracterizado por tres momentos. El primero cuando surge producto de plagas naturales que han estado presentes en el hábitat natural, el segundo indica que la propagación de la plaga es producto de efectos causales ante la falta de una política forestal del país que regule la deforestación y los incendios forestales; y un tercer momento es el que evidencia que el problema del gorgojo está fuertemente determinado por los efectos del cambio climático (huracanes y sequía), entre otros factores.

Las autoridades forestales temen que en la época de verano, donde se sentirán todavía los efectos del fenómeno de El Niño—caracterizado por la sequía y verano prolongado—se desate una ola de incendios forestales que sirva de combustible para la reproducción y propagación de la plaga, pues el invierno pasado fue corto y ello no permitió que el gorgojo se disipara como era lo esperado.

Otros factores que inciden para que la plaga del gorgojo haya encontrado un fuerte asidero en los bosques de pino del país es la falta de planificación y ordenamiento territorial con planes de manejo eficientes hacia las áreas protegidas, cuencas hidrográficas y bosques productivos, haciendo que la reproducción del gorgojo en estas condiciones sea casi un hecho inevitable.

A ello se suma el desequilibrio ambiental que producen la deforestación y los incendios forestales, al provocar alteraciones y estrés en el bosque de pino.

Una política pública de largo plazo

 

gorgojo en bosquesOtra de las causas que inciden en la presencia del gorgojo son las políticas forestales sin una participación efectiva de los gobiernos locales y las comunidades, también la ausencias de sistemas de monitoreo y control, la falta de manejo forestal para controlar el gorgojo, entre otros.

Los expertos indican que los esfuerzos estatales hasta ahora por controlar la plaga han sido pertinentes, pero señalan que es tiempo de ver hacia una política pública de largo plazo, sin abandonar las estrategias de emergencia aplicadas de momento.  La amenaza de los incendios forestales está latente al reportarse las primeras quemas cerca de la región de El Porvenir, en Francisco Morazán, uno de los departamentos más golpeados por la plaga.

Honduras está catalogado como un país de alta vulnerabilidad climática y la cobertura boscosa de pino pasó de 2.7 millones de hectáreas en 1991 a 2.2 millones de hectáreas al 2008, siendo las últimas décadas las que registran un mayor avance en materia de deforestación.

En el caso del bosque latifoliado, éste pasó de 2.9 millones de hectáreas en 1991 a 2.6 en el 2008, en tanto el bosque promedio global fue en 1991 de 5.7 millones de hectáreas para pasar al 2008 a un total de 4.8 millones de hectáreas, según cifras oficiales.

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Se estima que en las últimas cuatro décadas se han deforestado en el país 1.7 millones de hectáreas de bosque, que equivale a toda la superficie del departamento de Gracias a Dios, según estudios de Naciones Unidas y el Instituto de Conservación Forestal.

El costo ambiental de este efecto ha sido enorme porque se ha convertido también en problemas de índole territorial por el recurso agua, la agudización de los períodos de sequía, y otros factores que hacen que el problema del bosque sea también social.

Los meses de febrero, marzo, abril y mayo son los que reportan el mayor número de incendio forestales, señala un informe del equipo de monitoreo forestal del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos, y de acuerdo a la tendencia recurrente de los incendios un promedio de 10 de los 18 departamentos del país son los que registran los mayores daños por incendio.

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De ahí que este verano que amenaza con ser prolongado, porque persiste aún la presencia de El Niño y el cambio climático ha llegado para quedarse, las proyecciones de que el gorgojo descortezador sea aliciente para las quemas es de momento una de las preocupaciones más torales en materia ambiental para el gobierno que ha invertido hasta ahora millonarios recursos para prevenir y tratar de controlar la expansión de la plaga.

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