La primera dama hizo este viernes el anuncio y aclaró que en los vuelos vendrán niñas y niños en unidades familiares hondureñas, es decir, padres y madres que en los últimos meses ingresaron ilegalmente con sus hijos al territorio norteamericano.
“Al día son 90 niños no acompañados y 240 unidades familiares hondureñas las que ingresan a lo Estados Unidos. El 75 por ciento de los indocumentados que emigran hacia el norte del continente son centroamericanos”, reveló la esposa del presidente Juan Hernández Alvarado.
Al mismo tiempo, llamó a los padres a fortalecer las familias y aseguró que el presidente Hernández, a través de diferentes instituciones del Estado dará todo el apoyo a los deportados.
“Tenemos todo el esquema de proyección social listo para incorporar a las madres en el Bono Diez Mil y a los padres la posibilidad de un empleo mediante el programa Con Chamba Vivís Mejor, también garantizaremos a las y los niños repatriados la reincorporación a las escuelas donde estaban estudiando”, señaló.
Luego agregó que el Gobierno hondureño no pretende desconocer que existe una situación de crisis humanitaria de grandes dimensiones, nunca antes vista, de niños migrantes, de sus acompañantes y de menores no acompañados.
“Esta situación de profundas raíces multicausales es un problema de todos y se requiere asumirlo de forma conjunta y articulada. El Gobierno de Juan Orlando la asume de manera responsable, analizando las causas y buscando soluciones”, dijo.
La primera dama destacó que están llegando tres buses semanales de niños con acompañantes repatriados de México por la vía terrestre, con un promedio de 2 mil 520 hondureños cada a la semana; y un mayor porcentaje por vía aérea.
El detonante de esta crisis humanitaria es la reunificación familiar, pues “el 98 por ciento de los niños no acompañados viajan en situación irregular para reencontrarse con su madre o padre en los Estados Unidos”, sostuvo Ana de Hernández.
La esposa del mandatario solicitó el apoyo y la cooperación de la sociedad civil, Organismos Internacionales, Organizaciones No Gubernamentales, universidades, empresa privada, y del voluntariado que desee participar para solventar esta crisis generando oportunidades para evitar la migración infantil.
“La próxima semana vendrán al país un grupo de congresistas norteamericanos, encabezados por la republicana, Kay Granger, con quien se reunió en su visita a albergues en Texas, para conocer más sobre el problema”, anunció.
Según cálculos de la Fuerza de Tarea del Niño Migrante nombrada por el presidente Hernández, al menos, un 15 por ciento de los deportados deberán ser albergados.
La Comisión Permanente de Contingencias (Copeco), realizó un plan operativo para la administración de albergues para recibir a los migrantes retornados que se estima lleguen con mayor flujo en dos semanas.
La meta es tener tres albergues para recibir al día a 400 personas en cada uno, porque se calcula que esa cantidad ingresará por los aeropuertos hondureños.
“En los hospedajes tendremos atención integral para recibir a los deportados; habrá médicos, psicólogos, alimentos, vestuario, kits de higiene, información de los programas sociales del Gobierno y transporte”, finalizó la primera dama.
