En un comunicado, Exteriores se refirió en concreto a la Unión Europea, el Reino Unido, Francia y Turquía, que, indicó, «buscan el protagonismo en cualquier situación y meten las narices en la situación que vive Egipto».
El ministerio aseguró que, en una actitud «sin precedentes», estos países hablaron «en nombre del pueblo egipcio» y adoptaron «demandas de algunos sectores» de la sociedad egipcia que se opone al régimen del presidente Hosni Mubarak, en el poder desde 1981.
«Pido a estos países que se ocupen de sus asuntos y respeten lo que sucede en el plano interior egipcio», declaró el portavoz oficial del Ministerio.
Asimismo, agregó que «es Egipto quien define su futuro, y no las declaraciones de un presidente de un país o de otro, aunque se le considere un hermano», en referencia a otros países árabes.
Por otro lado, hizo referencia a las declaraciones de portavoces de algunos países europeos que afirmaron que Egipto vive una «etapa provisional» tras las renuncia de Mubarak ayer de presentarse a la reelección.
El portavoz de Exteriores ve en los enfrentamientos de las últimas horas entre manifestantes a favor y en contra de Mubarak una prueba de que las exigencias de los centenares de miles de personas que han tomado las calles «no gozan de consenso popular».