Tegucigalpa- El cardenal Óscar Andrés Rodríguez criticó este martes algunas de las actividades que realizan organismos crediticios internacionales y aquellas personas que apoyan las actividades ilícitas que atentan contra la vida de los seres humanos y llama a ser originales en este siglo XXI.
+ El líder católico llama a construir una América Latina original, sin copia.
El alto jerarca de la Iglesia Católica fue condecorado por el gobierno de la Republica Dominicana, a través de su embajador en Honduras, con la orden jerárquica Cristóbal Colon, Gran Cruz Placa de Oro.
En su discurso el cardenal Rodríguez dijo que Latinoamérica y el Caribe se han acostumbrado a caminar caminos que nunca terminan porque sus caminos no son propios vienen de afuera y obedecen casi siempre a la estación de un poder político o un poder económico que configuran hoy una extraña geopolítica, que superando las maltrechas soberanías existentes ha venido autodenominarse globalización.
Agregó que esta globalización solo aventaja a las economías llamadas desarrolladas, pero que repele a los desfavorecidos, migrantes, indigentes y destruidos.
“Si no fuera por la injusticia y el dolor que las palabras encierran, podrían ser seguimiento de cómo van codificando su significado según los intereses de quienes las gerencian a veces es tanto el cambio que llegan a significar lo contrario de su verdadero origen, hemos viviendo en la historia, pero no hemos tomado una decisión de hacerla”, señaló.
Indicó que si se analiza a los grandes líderes, los movimientos sindicales, cooperativos y religiosos todos ellos se han estrellado frente a las murallas de lo que alguna vez se llamó imperialismo, otras veces Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial o la misma Unión Europea, aunque debo decir que las personas que dirigen esas instituciones son gente buena, pero cuando se reúnen corporativamente cambian a la manera de la antigua Roma.
A su juicio “las sociedades son especialistas en repetir y adoptar formulas y modalidades ajenas que muchas veces funcionan en unos países, pero no en otros y queremos cambiar las constituciones en sintonía con aquellos que favorecen el aborto, la distorsión familiar, las medidas de ahorro con rituales de la política internacional, duele decirlo la idea original de las Américas es la integración misma que ha sido imitada por otros pueblos, pero entre nosotros ha sido un repetido fracaso con excepción.
Manifestó que en este siglo XXI se debe de ser originales a través de cada cultura que constituyen el descubrir lo propio no para avergonzarlos sino para construir sobre los hechos y aflorar los horizontes, el Papa Francisco cree en esto, pero su esperanza residen en que sea la misma gente la que tome las necesidades surgidas por la falta de proyectos.
Indicó que por lo general a las instituciones no les gusta que les digan donde fallan, cuando realizan un trabajo equivocado, pero para eso están los medios de comunicación para dar a conocer lo que sucede en cada sociedad y con ello ver y oír a través de las estadísticas.
Aseguró que son pocos los que se preocupan en la historia para vivir empeñados en la crónica criminal que muchas veces es momentánea, pero que no deja huella.
Hizo un llamado a construir una América Latina nueva y unida con un auténtico deseo de impulsar su realidad, con principios, valores, formas de percibir y actuar para colocarla como una de las mejores maravillas del mundo, apuntó.
