Tegucigalpa – En un nuevo video, el general en condición de retiro, Romeo Vásquez Velásquez acusó el expresidente (2006-2009) Manuel (Mel) Zelaya de trabajar para Joaquín “El Chapo” Guzmán, con quien asegura se reunió en 2006 y recibió 3 millones de dólares y el misterioso avión que llegó a Toncontín para retirar a las Fuerzas Armadas de la lucha antidrogas.
“Mientras intentan destruir mi nombre con acusaciones falsas, el verdadero crimen se esconde a plena vista. A inicios del 2006, Manuel Zelaya siendo presidente se reunió en una hacienda en Colinas, Santa Bárbara con Joaquín “El Chapo” Guzmán y miembros del Cártel de Sinaloa”, dice inicialmente.
El general asegura que en la reunión estuvo presente el emisario del narcotráfico Héctor Emilio Fernández Rosa, conocido en el mundo de la droga como “Don H” y que se encuentra preso en Estados Unidos tras ser condenado por narcotraficante.
“Allí se pactó convertir a Honduras en un trampolín del narcotráfico hacia los Estados Unidos. Cada uno salió con tres millones de dólares en efectivo para sobornar actividades y preparar rutas”.
Según el relato del general Vásquez, poco después un avión aterrizó de noche en Toncontín con más de 100 millones de dólares como adelanto para Zelaya, a cambio de retirar las Fuerzas Armadas de la lucha antidrogas y dejarla cuidando el bosque, la naturaleza, quitándoles hasta el presupuesto para repuestos de helicópteros y lanchas.
Agregó que el descaro fue tal que cambiaban tres armas por un kilo de cocaína, enviando armamento desde Puerto Cortés a criminales.
“Utilizaron submarinos con capacidad de cinco mil kilos y un sinnúmero de avionetas. Con ese dinero compraron voluntades, propiedades y armas, usando testaferros, lavaron activos en Santa Lucía, Valle de Ángeles, Santa Bárbara y en el extranjero”.
En su nuevo video, el general asegura que la información divulgada hoy es conocida por agencias internacionales y confirmada por el entorno del Chapo ante la justicia de Estados Unidos.
Vásquez Velásquez, quien fuera el jefe del Estado Mayor en el gobierno de Zelaya reitera su denuncia de persecución y afirma que lo persiguen porque no lo pueden callar, le implantan pruebas, pero enfatiza que con él no podrán.
“No soy narco, ni asesino, ni lavador de activos. Soy un hondureño bien nacido, podré haber cometido errores, pero jamás he traicionado a mi patria”, expresa al pedirle a los jueces honestos que no se presten a la farsa. VC
