Para concientizar a cientos de capitalinos sobre como la indiferencia puede acabar con la vida de los niños y la urgente necesidad de más padrinos dispuestos a salvar vidas, los promotores de la campaña expusieron un ataúd y personas vestidas de negro simbolizando los niños que mueren victimas del cáncer.
El acto se celebró el viernes 27 de junio en el Parque Central de Tegucigalpa.
El evento contó con la presencia del alcalde de la capital Ricardo Álvarez y un grupo de regidores quienes realizaron un significativo apadrinamiento a 300 niños que necesitan con urgencia de medicamentos para vencer el cáncer que los aqueja.
Gracias a las generosas donaciones de los hondureños, hoy en día se ha elevado el índice de curación de los niños con cáncer a un 70%, pero el camino por recorrer aún es largo, porque cada día ingresa un nuevo niño que necesita ayuda.
La Fundación provee de medicamentos a las salas oncológicas en Tegucigalpa en el Hospital Escuela , San Pedro Sula Mario Catarino Rivas y Leonardo Martínez y a las clínicas de Aplicación de Quimioterapia Ambulatoria en la ciudades de Danlí en el Hospital Gabriela Alvarado, Choluteca en Hospital Regional del Sur y La Paz en el Roberto Suazo Córdova.
La proyección a futuro de la Fundación es visionaria y ambiciosa ya que se tiene prevista la construcción de los albergues en Tegucigalpa y San Pedro Sula con el fin de ampliar la cobertura y hacer la estadía más cómoda a los padres de familia y a los pacientes que están recibiendo el tratamiento.
Asimismo se tiene planificado abrir una filial en las ciudades de Ceiba y Olancho donde la incidencia de cáncer infantil ha tenido un crecimiento significativo en los últimos años.
Pero el cáncer infantil es una enfermedad curable si se detecta a tiempo y con tan sólo 99 centavos al día, se puede apadrinar a un niño con cáncer y salvar la vida de uno de estos pequeños que lucha para vencer la enfermedad.