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Fuerzas anticrimen llegan al «capitolio»

Tegucigalpa.- Las operaciones Errabundo I y II han permitido develar riquezas familiares inimaginables para el común de los hondureños, así como desmitificar territorios que se creían impenetrables como el municipio de El Paraíso, Copán, en un claro mensaje gubernamental que este país se ha vuelto territorio hostil para quienes se manejan en la franja de los llamados grupos paralelos de poder.

El centro de estos operativos ha sido la familia Pinto de occidente, a quien operadores de justicia presumen socia del cartel de la familia Valle, extremo que la familia niega, pero otros cuerpos de inteligencia del país la ligan más con la gente de El Paraíso, Copán, un famoso pueblo que saltó a la opinión pública nacional e internacional por un ex alcalde excéntrico que hizo de la sede municipal una réplica del Capitolio en Washington y le construyó incluso un helipuerto.

El Paraíso, Copán es una zona a quien el ex titular de Seguridad, Jorge Rodas Gamero, denominó, en su momento, «el punto negro» de las redes del narcotráfico en el occidente del país.

Hasta antes del operativo Errabundo I y II, el acceso a El Paraíso, Copán, estaba precedido de mucho misterio, al indicarse que no era una región muy amigable para quien quisiera llegar, que había que regirse por códigos o permisos concertados con la autoridad política local.

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Pero ese mito parece que también se está cayendo. Los operativos de las fuerzas del orden anticrimen organizado, han presentado desde ese municipio del occidente hondureño algunas de las ostentaciones de la familia Pinto, en la figura de Orlando Pinto Aguilar, José Daniel Pinto y su hermano, Héctor Hugo Pinto Aguilar, éste último diputado nacionalista al Congreso Nacional.

A la familia Pinto les han sido incautadas más de cien propiedades y en ellas se deja entrever la ostentosidad en la que vivían, al grado que en algunas de sus viviendas se hallaron fajas con diamantes incrustados, revelan las autoridades en sus amplios informes tras las operaciones de aseguramiento e incautación.

Las casas de estos personajes como los Pinto, los Valle o el Negro Lobo, Byron Ruíz, Los Cachiros y otros, muestran otro tipo de élite, que sin salir en las páginas sociales, había logrado cumplir su propio imperio.

Los hermanos Pinto, hasta donde se sabe, al igual que la familia Valle procedían de gente con recursos en el ramo de la ganadería y agricultura, es decir, eran personas que no necesitan buscar la riqueza porque ya tenían un capital para salir adelante.

Recientemente, el diputado Héctor Hugo Pinto Aguilar, dijo a medios de prensa que le sorprenden los operativos hechos por las autoridades y las incautaciones de que han sido objeto, al declararse inocente de cualquier ilícito y asegurar que sus bienes apenas suman a cuatro propiedades cuya procedencia puede comprobar, así como los préstamos que ha sacado en la banca para pagar sus deudas.

Su hermano, Orlando Pinto, difundió luego de la primera operación Errabundo, un campo pagado en los medios de prensa, también se mostró extrañado por los operativos y las acusaciones hechas por las fuerzas del orden al ligar su capital a una procedencia ilícita.

Hasta ahora, las autoridades de la Fusina, la Dirección de Lucha contra el Narcotráfico, la ATIC, la Policía Nacional y la Policía Militar de Orden Público, han incautado a los Pinto propiedades en las zonas de Yoro y Colón, en el norte, así como en Choluteca, en la zona sur, última región en la que aducen esta familia había iniciado un impresionante desplazamiento de capital.

Entre las propiedades incautadas van desde vehículos, hoteles, empresas mercantiles, al menos 24 cuentas bancarias, cabezas de ganado, fincas, aves exóticas y hasta presuntas pistas clandestinas que se supone eran usadas para trasegar droga.

Las autoridades anticrimen organizado señalan que los hermanos Pinto estaban siendo investigados desde el 2013 y presumen que en la zona sur del país, en especial en el departamento de Choluteca, estaban trabajando con socios nicaragüenses.

Pero han sido claros en señalar que contra los hermanos Pinto no existe ninguna orden de captura, que sus operativos se han centrado en incautar propiedades que suponen son ilícitas y a las cuales un juzgado ha dado autorización para que les sean quitadas y traspasadas a la OABI.

Fiscales de lucha contra el crimen organizado comentaron que la ostentosidad con que viven estas familias, es sorprendente y «cada vez vemos con asombro cómo para estos personajes el dinero no era problema, lo tienen a montones, escondidos en caletas, en cuentas de bancos, son gente muy rica y poderosa», sostienen.

En el caso de los Pinto explicaron que una de los bienes incautados en el departamento de Choluteca, encontraron una caleta o compartimiento falso, en la que hallaron no solo dinero, sino que un sistema de monitoreo con cámaras de vigilancia que detectaban cualquier mínimo movimiento que se hiciera adentro y en las afueras de los alrededores de su propiedad.

Honduras, de acuerdo al presidente, Juan Orlando Hernández, se ha vuelto un territorio hóstil para el narcotráfico y el crimen organizado al asegurar que el proceso de extradiciones a que ha entrado el país es irreversible, como también lo es el desmantelamiento de carteles locales de droga o grupos que transportistas que operan en diversos puntos de la región.

La determinación presidencial de enfrentar a los carteles organizados fue reafirmada en las últimas horas, cuando Hernández llamó al Poder Judicial a agilizar las solicitudes de extradición que tienen en cola.

De los operativos hechos por las fuerzas del orden en el país, el mapa del narcotráfico y el crimen organizado pinta no solo movimientos en el occidente y litoral atlántico, también en otras regiones como Olancho, Yoro y la zona sur, en especial el departamento de Choluteca en una especie de propagación hacia otras franjas del territorio en donde el ojo de la autoridad no es tan visible.

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