Tegucigalpa – Hasta entrada la mañana de este viernes, solamente la madre de una de las cinco víctimas del quíntuple crimen ocurrido anoche en la colonia Hato de Enmedio, se había presentado a la morgue capitalina para reclamar el cuerpo de su hijo y se esperaba la llegada de los parientes de los otros fallecidos a fin de confirmar sus identidades y entregarles sus cuerpos.
El hecho criminal ocurrió cerca de las 9:00 de la noche, cuando unos ocho jóvenes se encontraban departiendo en el lugar conocido como la Placita, localizado en el sector siete de la colonia Hato de En medio, quienes se dedicaban a recolectar materiales reciclables y hacer trabajos domésticos en la zona cuando fueron acribillados a balazos por desconocidos que mataron a cinco de ellos.
Sobrevivientes del ataque indicaron que minutos antes de la balacera, misteriosamente un hombre estacionó una motocicleta cerca del lugar y luego huyó del lugar y luego llegó una camioneta en la que se transportaban seis individuos fuertemente armados que de inmediato se bajaron y procedieron a acribillar hiriendo a seis de los jóvenes de los cuales cinco murieron en el acto y otro sobrevivió y fue trasladado al Hospital Escuela Universitario donde es atendido y quien fue identificado como José Abraham Ordóñez Vílchez de 28 años.
Aunque ninguna de las víctimas portaba documentos personales y sus familiares todavía entrada la mañana no habían llegado a la morgue capitalina para reconocerlos, se maneja que los fallecidos son: Dulce María Valladares de 13 años de edad; Ana Valladares de 14 y Sara Gisel López Valladares de 16 años, quienes aparentemente son hermanas, residentes en la colonia Villanueva de la capital.
Asimismo, vecinos del Hato de Enmedio identificaron solamente como Abelito y Luis Carlos González Menocal de 16 años, cuyo cuerpo quedó en la paila de un vehículo, donde fue subido en un intento por salvarle la vida.
La madre de González Menocal, es la única que se había presentado a la morgue capitalina la mañana de este viernes quien expresó que no comprende el móvil para que hayan cometido el quíntuple asesinato ya que los jóvenes eran trabajadores que no le hacían daño a nadie.
“Ellos se llevaban haciendo trabajitos, barriendo en casas, pintando o haciendo mezcla, por eso yo estaba en duda que fuera él porque no andaba en pasos malos, pero todo esto se lo dejamos a Dios”, manifestó.
Según versiones policiales, los maleantes se transportaban en una camioneta marca Nissan, color verde con placa PBM 3368, la que se les apagó cuando pretendían huir de la escena del crimen dejando dentro del automotor un gorro pasamontañas, envases de cerveza y un casquillo de arma de grueso calibre.
Al no responderles el automotor, los sicarios salieron en veloz carrera con las armas automáticas en sus manos y despojaron de su vehículo a una ciudadana que se pasaba por el lugar.
Posteriormente, la Policía fue alertada que los malhechores habían dejado el carro abandonado en la colonia Loma Linda y habían escapado en otro vehículo que despojaron a una dama.
Finalmente, luego de la intensa persecución por parte de la Policía, provocó que los asesinos estrellarán el vehículo contra un poste del tendido eléctrico en la colonia Rodríguez de Comayagüela, donde los agentes les perdieron la pista por lo que esta mañana se realizan operativos de saturación en la zona.
