Panamá – Europa se mantiene como el principal mercado para las exportaciones de melón y sandía de Centroamérica, el Caribe y Panamá, pero la crisis financiera que atraviesan países como España ha incidido en un bajón en los precios de compra.
Así lo manifestó hoy a Efe Alexis Bravo, presidente del Grupo de Agroexportadores No Tradicionales de Panamá (Grantap), que celebra este país el XX Congreso Internacional de Productores y Exportadores de Melón y Sandía de la región.
Bravo dijo que las perspectivas del mercado europeo siguen siendo buenas pero que ha habido una «crisis muy fuerte», sobre todo en España que, afirmó, «es uno de nuestros pilares para la entrada a Europa».
Además, añadió que sumado a esto el año pasado la ola de frío en Europa, que arropó todo el mes de enero y duró hasta junio, afectó el consumo de estas frutas.
«Los mercados se mantienen, Europa se mantiene, pero la crisis sí trae como consecuencia que haya un desbalance en los precios y ahí es donde hay que trabajar muy delgado» porque se trata de productos que son perecederos, señaló.
Aunque el desbalance se dio el año pasado, todavía no hay cifras finales de las pérdidas porque algunas empresas exportadoras no han terminado de realizar sus liquidaciones, explicó.
El dirigente del gremio panameño expresó que se puede trabajar con esta crisis, pero que al darse con productos muy sensitivos como el melón y la sandía plantea una cuestión «muy grave», de «mucha preocupación» y «estresante» para los productores y exportadores.
Mencionó que los exportadores «trabajan» en alcanzar los estrictos estándares de calidad que exigen los «mercados competitivos» de Alemania y el Reino Unido, los que calificó como los más estables en medio de la situación europea, para tener más posibilidades de colocar su producción en ellos.
Subrayó que frente a esta situación hay que «jugar muy fino» porque la demanda de las frutas siempre se va a dar, pero a la hora de las liquidaciones y de las ventas éstas se presentan bajas.
Uno de los objetivos, añadió, es hacer rondas de negocios con la participación de todos los compradores y que «juguemos un juego muy fino y muy limpio entre todos».
«Este es el mensaje que he tratado de dar las veces que he intervenido en el Congreso, que esto es un trabajo integral de grupo (proveedores de servicios, compradores, navieras, productores) en el que todo el mundo debe quedar con algo al momento de repartir» dividendos, recalcó.
Bravo indicó, al respecto, que la ronda de negocios para la próxima temporada comienza en el Congreso que se celebra en Panamá.
En esta ronda se encuentran todos los países productores de América Central, incluidos los principales que son Honduras y Guatemala, y compradores de Holanda, España, Alemania, el Reino Unido, Rusia, Polonia y Estados Unidos, detalló el presidente del Grantap.
Por otra parte, Bravo dijo que aunque en el caso de Panamá el 80 % de las exportaciones de cucurbitáceas van a Europa y el 20 % a los Estados Unidos, el mercado estadounidense sigue siendo atractivo para su país por su cercanía y el manejo del dólar.
En ese sentido, Bravo afirmó ser partidario de entrar más en el mercado de Estados Unidos, incluso, afirmó, invertir el porcentaje de destino de las exportaciones o equipararlo en un 50 % «para no tener todos los huevos en una canasta en caso de que si se quiebra una queda la otra para reparar».
Bravo dijo que las perspectivas del mercado europeo siguen siendo buenas pero que ha habido una «crisis muy fuerte», sobre todo en España que, afirmó, «es uno de nuestros pilares para la entrada a Europa».
Además, añadió que sumado a esto el año pasado la ola de frío en Europa, que arropó todo el mes de enero y duró hasta junio, afectó el consumo de estas frutas.
«Los mercados se mantienen, Europa se mantiene, pero la crisis sí trae como consecuencia que haya un desbalance en los precios y ahí es donde hay que trabajar muy delgado» porque se trata de productos que son perecederos, señaló.
Aunque el desbalance se dio el año pasado, todavía no hay cifras finales de las pérdidas porque algunas empresas exportadoras no han terminado de realizar sus liquidaciones, explicó.
El dirigente del gremio panameño expresó que se puede trabajar con esta crisis, pero que al darse con productos muy sensitivos como el melón y la sandía plantea una cuestión «muy grave», de «mucha preocupación» y «estresante» para los productores y exportadores.
Mencionó que los exportadores «trabajan» en alcanzar los estrictos estándares de calidad que exigen los «mercados competitivos» de Alemania y el Reino Unido, los que calificó como los más estables en medio de la situación europea, para tener más posibilidades de colocar su producción en ellos.
Subrayó que frente a esta situación hay que «jugar muy fino» porque la demanda de las frutas siempre se va a dar, pero a la hora de las liquidaciones y de las ventas éstas se presentan bajas.
Uno de los objetivos, añadió, es hacer rondas de negocios con la participación de todos los compradores y que «juguemos un juego muy fino y muy limpio entre todos».
«Este es el mensaje que he tratado de dar las veces que he intervenido en el Congreso, que esto es un trabajo integral de grupo (proveedores de servicios, compradores, navieras, productores) en el que todo el mundo debe quedar con algo al momento de repartir» dividendos, recalcó.
Bravo indicó, al respecto, que la ronda de negocios para la próxima temporada comienza en el Congreso que se celebra en Panamá.
En esta ronda se encuentran todos los países productores de América Central, incluidos los principales que son Honduras y Guatemala, y compradores de Holanda, España, Alemania, el Reino Unido, Rusia, Polonia y Estados Unidos, detalló el presidente del Grantap.
Por otra parte, Bravo dijo que aunque en el caso de Panamá el 80 % de las exportaciones de cucurbitáceas van a Europa y el 20 % a los Estados Unidos, el mercado estadounidense sigue siendo atractivo para su país por su cercanía y el manejo del dólar.
En ese sentido, Bravo afirmó ser partidario de entrar más en el mercado de Estados Unidos, incluso, afirmó, invertir el porcentaje de destino de las exportaciones o equipararlo en un 50 % «para no tener todos los huevos en una canasta en caso de que si se quiebra una queda la otra para reparar».
