Bogotá – Expertos en salud criticaron este miércoles las emergencias sanitaria y económica anunciadas por el presidente colombiano, Gustavo Petro, a raíz de un brote de fiebre amarilla, porque consideran que sus afirmaciones no tienen sustento científico.
Petro anunció el martes que declarará la emergencia sanitaria y económica en el país por los casos de fiebre amarilla que este año han causado la muerte a por lo menos 20 personas y aseguró que, debido a la crisis climática, incluso en la fría Bogotá está el mosquito transmisor de la enfermedad, que habita en zonas tropicales.
Sin embargo, el doctor en epidemiología Julián Fernández Niño, subsecretario de Salud Pública de Bogotá, aseguró hoy que debido a la temperatura y a que la ciudad está a 2.640 metros sobre el nivel del mar, no es factible que exista la transmisión de la fiebre amarilla en la capital colombiana.
Fernández añadió que la razón por la que la vacuna se aplica en la capital del país es para proteger a personas que hacen tránsito, a los viajeros que en esta Semana Santa se desplazan a zonas más cálidas y a los migrantes internacionales.
«Para controlar la fiebre amarilla hay que vacunar en áreas endémicas, en áreas que tienen las condiciones ambientales. Es ahí donde se corta la cadena de transmisión porque allí es donde pica el mosquito», añadió Fernández.
Según cifras del Ministerio de Salud, el año pasado hubo 23 casos de fiebre amarilla, de los cuales 13 terminaron en la muerte de los pacientes, mientras que 47 personas se han contagiado este año y de ellas 20 fallecieron.
La situación más grave la vive el departamento del Tolima, en el centro del país, donde han ocurrido 41 de los 47 casos registrados este año.
La declaratoria de emergencia económica permite al Ejecutivo emitir decretos con fuerza de ley para disponer de recursos adicionales sin pasar por el Congreso.
Repartiendo culpas
En el escrito en su cuenta de X en el que anunció que declarará las emergencias sanitaria y económica, Petro afirmó estar preocupado por la situación de Bogotá con cuyo alcalde, Carlos Fernando Galán, tiene un enfrentamiento constante.
«Me preocupa que en Bogotá el Distrito no ha querido configurar los equipos básicos de salud que son imprescindibles para hacer una vacunación rápida en toda la ciudad. La rapidez de la vacuna es la clave», dijo.
Al respecto, el secretario de Salud de Bogotá, Gerson Bermont, aseguró a periodistas que la capital del país no es «territorio endémico», por lo que no pueden existir contagios directos de este virus.
Bermont consideró que ante una declaratoria de emergencia sanitaria por fiebre amarilla en Colombia se deben priorizar procesos de contención y de vacunación en regiones endémicas, en las que está el mosquito Aedes Aegypti cuya picadura produce contagios directos.
Según cifras de la Alcaldía de Bogotá, en lo que va de 2025, más de 19.000 personas han sido vacunadas contra la fiebre amarilla en la ciudad.
«Bogotá no es endémica para fiebre amarilla y, aun así, en el marco de la protección de su población, hemos acelerado la vacunación de todas las enfermedades inmunoprevenibles, incluyendo la fiebre amarilla», manifestó Bermont.
El funcionario también advirtió que la fiebre amarilla no se combate con un decreto de emergencia económica y afirmó que el Instituto Nacional de Salud fue «desmantelado» de equipos técnicos por el Gobierno.
«Eso no lo resuelve con plata, lo resuelve solo con respeto de las capacidades técnicas y científicas, fuera de elementos ideológicos. Escuche a los técnicos, no a los activistas», añadió Bermont.
Petro también aprovechó el tema de la fiebre amarilla para criticar a otros opositores, como la gobernadora del Tolima, Adriana Matiz, de quien dijo: «no nos ha ayudado y no ha girado dineros de la gobernación para ayudar a detener el virus».
«¡No mienta sobre mí! Sr. Presidente, no le hace bien al país mentir en medio de sus afanes y endilgarme falsas responsabilidades sin fundamento», le respondió Matiz en su cuenta de X. JS