El evento, inaugurado hoy por el subsecretario de Gobernación, Max Velázquez, fue auspiciado por esa cartera, el Programa de Gobernabilidad y Transparencia de la Agencia de EE.UU. para el Desarrollo Internacional (USAID) y la Asociación de Municipios de Honduras.
El consultor chileno valoró la importancia de la sociedad civil en la gobernabilidad y transparencia, de la que señaló que «solamente se puede obtener en un sistema democrático».
«La gobernabilidad democrática se asegura con transparencia», expresó Palma, quien además indicó que al ciudadano le corresponde velar porque haya una verdadera rendición de cuentas por parte de todas las autoridades del país.
Palma hizo referencia a los cambios políticos, sociales y económicos que experimentó Chile luego de la caída de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), y señaló la legitimidad y confianza que alcanzan aquellos alcaldes o presidentes de un país que se limitan a cumplir con la ley.
En lo que respecta a la probidad administrativa, dijo que los funcionarios públicos deben dar cumplimiento a los deberes y obligaciones que les impone el cargo con rectitud e integridad, por lo que deben evitar toda situación que le reste imparcialidad a sus actuaciones, decidiendo siempre con arreglo al interés general.
Añadió que con la corrupción se transgreden los principios rectores de imparcialidad, equidad y justicia que deben estar presentes en su actuar, y debilita la democracia.
Palma, quien es ingeniero comercial y economista, inició su carrera política en la Democracia Cristiana y es uno de los miles de chilenos que fueron encarcelados durante la dictadura de Pinochet.
Entre 1989 y 1997 se desempeñó como diputado por la Región Metropolitana.
En 1998 encabezó un grupo de diputados de su partido que presentó la única acusación constitucional que enjuició a Pinochet, que no fue aprobada por la Cámara de Diputados en una estrecha votación.
En 2002, el entonces presidente chileno, Ricardo Lagos, lo nombró director ejecutivo del Programa Chile Barrio y luego ejerció como ministro de Planificación y Cooperación.
En declaraciones a Acan-Efe, Palma indicó que el alza del petróleo y los alimentos agudizará la pobreza en varios países latinoamericanos, que ahora mismo se ven afectados por la crisis económica de Estados Unidos, principalmente sus vecinos más cercanos, que son México, los países de Centroamérica y el Caribe.
La crisis en Estados Unidos afecta menos en América del Sur porque las redes comerciales de los países de esta región del continente «son un poco más diversificadas».
«El problema del coste del petróleo y el incremento mundial de la demanda de alimentos es un doble motivo de empobrecimiento de nuestros países», acotó Palma.
Sobre las medidas restrictivas de Estados Unidos y la Unión Europea con los inmigrantes indocumentados, dijo que se convierte en un problema cuando se cruza la frontera del desarrollo, pero no lo es cuando se da entre naciones pobres como las latinoamericanas.
En opinión de Palma, por muy duras que sean las medidas que anuncian en Europa, «para contentar a su electorado, la inmigración no se va a detener porque necesitan la mano de obra de los inmigrantes».