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Experto advierte de grave situación dentro de las cárceles en Latinoamérica

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Buenos Aires – La situación de hacinamiento y violencia que se vive dentro de las cárceles en Latinoamérica es «grave» y los presos están expuestos a ser víctimas de verdaderas «masacres», advirtió hoy un experto en la materia.
 

«La situación es grave y nada menos que en los sistemas de justicia penal, que en teoría deben ser los que impidan o sancionen la violencia dentro de las cárceles», dijo a Efe el presidente del Instituto Latinoamericano de las Naciones Unidas para la Prevención del Delito y el Tratamiento del Delincuente, Elías Carranza.

Experto en derecho penal, Carranza precisó que las tasas de población carcelaria en los países de Latinoamérica se han duplicado y en algunos casos se han triplicado entre 1992 y 2011 debido a dos razones.

Por un lado, señaló, existen tasas muy elevadas de delitos violentos en la región.

Según precisó, hay 17 países en el mundo con tasas de homicidios de 30 o más casos por cada 100.000 habitantes, de los cuales diez son naciones de América Latina y el Caribe y el resto son países de África.

«La otra razón es la respuesta de los sistemas de justicia penal, que de una manera excesiva, con una justicia muy draconiana, aplican pocas veces sanciones que no sean la pena de privación de la libertad», indicó Carranza, que hoy participó en Buenos Aires en una conferencia sobre la situación carcelaria en América Latina.

El experto explicó que está conjunción de factores «ha generado sobre-población carcelaria en todos los países de la región, con explosiones de violencia como el reciente caso de Honduras», donde 361 personas murieron al incendiarse el penal de Comayagua.

Carranza apuntó que en los últimos diez años ha habido explosiones de violencia similares en países como Chile, Argentina, Guatemala y México.

«Terminaron los gobiernos militares pero sigue habiendo verdaderas masacres que ocurren irónicamente en el corazón de los sistemas de justicia penal, que es en las cárceles», señaló Carranza.

«Se condena a las personas, no a la pena de prisión, sino a la pena de hacinamiento y a la pena de muerte aleatoria: se las condena a que quizá las maten dentro de la cárcel. Las tasas de homicidio y de suicidios al interior de las cárceles son altísimas en comparación a las tasas de la vida en libertad», agregó el experto.
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