Los estudiantes salieron de sus centros educativos y caminaron hacia las inmediaciones de la casa presidencial hondureña.
Las manifestaciones iniciaron ayer, tras el asesinato de un estudiante del Instituto Honduras, a quien los delincuentes mataron tras robarle un teléfono celular.
Reclaman mayores índices de seguridad, principalmente para los estudiantes y un aumento del bono estudiantil de 400 lempiras anuales, que es actualmente, a 800.
Voceros del movimiento dijeron a periodistas que no aceptarán que las autoridades educativas eliminen el bono y a cambio entreguen a los estudiantes útiles escolares.
Los manifestantes también dicen solidarizarse con dos alumnas del Instituto Central “Vicente Cáceres”, quienes no fueron aceptadas por las autoridades de este centro educativo.