Las medidas adoptadas para reducir el gasto e incrementar los ingresos deben tener un rendimiento puntual, porque son las condiciones sin las cuales Honduras no podrá suscribir un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). En la esfera gubernamental hay optimismo en que la suscripción de una carta de entendimiento con el organismo multilateral puede ser concretada, pero en el mediano plazo.
Los miembros del gabinete económico afirman que el país está en la ruta correcta para conseguir fondos concesionados, a través de un entendimiento con el organismo.
En comparación de los ingresos recibidos en 2013, este año las arcas han recibido mil 500 millones más que el período anterior como producto del ajuste fiscal aprobado en diciembre pasado a través de la Ley de Ordenamiento de las Finanzas Públicas, Control de las Exoneraciones y Medidas Antievasión.
Originalmente se había proyectado que el rendimiento de ese conjunto de imposiciones fiscales generaría entre 12 mil y 15 mil millones de lempiras, pero luego de la eliminación del Impuesto Sobre Ventas a la mayoría de productos de la canasta básica, esos cálculos se redujeron en mil 500 millones de lempiras, lo que significa que el paquete tendría un rendimiento aproximado de 10 mil millones de lempiras.
No obstante, si el gobierno logra combatir los delitos tributarios y reducir el tamaño del aparato burocrático, Honduras casi estaría en la recta final para la firma de un acuerdo con el FMI, según los analistas.
Para acceder a recursos de apoyo presupuestario o de balanza de pagos a través de un acuerdo con el organismo financiero internacional, Honduras está obligada, asimismo, a garantizar el control sobre el déficit fiscal que en el ciclo anterior sobrepasó el siete por ciento.
La meta propuesta es llevar ese indicador hasta el cinco por ciento, una meta que los expertos consideran bastante difícil de cumplir dado que el estado general de las finanzas nacionales es bastante crítico.
Otra de las condiciones que el país necesita atender para lograr una estabilidad entre los ingresos y los gastos, es la reducción de las pérdidas de las empresas de servicio público, particularmente las que registra la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE) que sobrepasan el 30 por ciento.
La ENEE arroja un desbalance promedio anual de alrededor de cuatro mil millones de lempiras, que representa el 50 por ciento del déficit fiscal y que se espera llevar a la baja una vez que se abra el mercado energético.
Después de la revisión del artículo cuarto que implica los indicadores macroeconómicos del país, efectuada por la misión técnica del FMI desde finales de marzo e inicios de abril, el directorio del organismo se dispone esta semana a evaluar las condiciones bajo las cuales se negociaría la firma de un acuerdo con Honduras.
Si todo marcha bien, Honduras tendría acceso en el mediano plazo a 200 millones de dólares para apoyo presupuestario, recursos que provendrían del Banco Mundial, Banco Interamericano de Desarrollo (BID), y de la Unión Europea.
En adición, el país contaría con recursos de rápido desembolso destinados a la inversión en el renglón de la infraestructura y en el sector social.
