Este proyecto forma parte de las actividades previstas para celebrar los 200 años de la independencia del país.
«Esta iniciativa pretende mostrar a los chilenos del futuro cómo era la vida en el Bicentenario y unir el presente y el futuro de la ciudad», señaló hoy el alcalde de Santiago, Pablo Zalaquett, durante la presentación del proyecto.
Los ciudadanos podrán votar cuáles son los objetos que a su juicio marcan la identidad nacional actual y que serán guardados en un sobre especial para su conservación en esta «cápsula».
Entre otras propuestas, ya se ha votado por incluir un teléfono celular, una píldora postcoital y un microondas.
La «cápsula del tiempo» será importada desde Estados Unidos, está construida con acero inoxidable de tres cuartos de pulgada de espesor y tiene un peso de unos 200 kilogramos.
El costo total del proyecto es de ochenta millones de pesos (unos 148.000 dólares ó 117.000 euros) aproximadamente, lo que incluye la construcción de una bóveda donde será instalada, así como todos los gastos de difusión del proyecto para que los ciudadanos participen.
«A través de la página web del municipio y de buzones que se ubicarán en distintos puntos de la ciudad, la gente podrá sugerir elementos para guardar en la cápsula, votar por ellos y además dejar un mensaje a sus descendientes o su impresión de cómo se vive en 2010», señaló Zalaquett.
La idea «tiene como objetivo dejar un legado más humano, desde el punto de vista antropológico para que los chilenos del Tricentenario puedan saber cómo eran sus bisabuelos o tatarabuelos», precisó el alcalde.
