En las cercanías de la Central de Abastos de la ciudad industrial del país, dos hombres aparecieron ejecutados en un solar baldío de la zona.
Los ahora occisos no fueron identificados por las autoridades e ingresaron a la morgue sampedrana en carácter de desconocidos.
Mientras en la colonia Altos de La Granja de Tegucigalpa, a inmediaciones de la Cervecería Hondureña, un grupo de agentes policiales encontraron el cuerpo sin vida de un joven, quien estaba atado de pies y manos y había sido metido en sacos de poliuretano.
La víctima tenía un torniquete en su cuello, por lo que se presume murió asfixiado, además vestía pantalón azul marino y camisa café con rayas blancas.
El cuarto deceso violento tuvo lugar en la colonia José Ángel Ulloa, donde varios individuos siguieron a un joven para posteriormente asesinarlo a machetazos.
El cuerpo del malogrado joven quedó sobre unas piedras de un solar baldío, mientras sus victimarios huyeron con rumbo desconocido. Ninguna de las cuatro víctimas fueron identificadas porque no portaban documentos personales.
A la par, esta tarde fueron acribillados cuatro personas al interior de un taller mecánico en el barrio San Francisco de San Pedro Sula.
Cifras del Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (OV-UNAH), establecen que en 2013 el país cerró con una tasa de 79 homicidios por cada 100 mil habitantes, lo que convirtió a esta nación centroamericana como la más mortífera del planeta en zona que no está en guerra.
