Los ahora occisos estaban atados de las manos y presentaban múltiples impactos de arma de fuego, según se constató en la escena del doble crimen.
Uno de los ejecutados vestía pantalón negro y camisa blanca, mientras el otro portaba pantalón azul marino y camisa roja. Los cuerpos sin vida quedaron a dos metros de distancia.
Durante el levantamiento de cadáveres, no se logró identificar a las víctimas porque no portaban documentos y fueron trasladados a la morgue sampedrana en calidad de desconocidos.
El hallazgo de cuerpos sin vida es un hecho cotidiano en el sector de las cañeras en la ciudad industrial del país.
Según el Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (OV-UNAH), una veintena de homicidios se registran cada día en este país centroamericano, es decir, un muerto cada 74 minutos.
Cortés, Francisco Morazán, Atlántida, Yoro y Olancho, son los cinco departamentos más violentos de Honduras.
