Tegucigalpa – Honduras ha logrado reducir de enero a septiembre en dos mil 176 sus deportados respecto a los connacionales retornados en el mismo período de tiempo del año 2015, según datos oficiales.
– En la actualidad los hondureños emigran por «supervivencia económica», según un informe presentado en Tegucigalpa.
– En términos porcentuales Honduras ha reducido el número de deportados en 3 % respecto a 2015.
El observatorio Consular y Migratorio de Honduras (Conmigho), adscrito a la Cancillería, señala este día en su plataforma digital que a la fecha se reportan dos mil 176 connacionales menos deportados en comparación al año anterior.
En ese orden, Conmigho detalla que durante el año 2015 el total de hondureños retornados de enero a septiembre ascendió a un total de 57 mil 833 mientras que en el año en curso los deportados se cifran en 55 ml 657. En términos porcentuales significa una reducción en las deportaciones apenas del 3 por ciento.
Dichas cifras concuerdan con declaraciones de defensores de los derechos de los migrantes que sostienen que los flujos migratorios en Honduras se mantienen y que los que ha cambiado es el lugar de donde son deportados los “Catrachos”.
En ese sentido, Conmigho, precisa que del total de hondureños deportados hasta septiembre el 37 % provenía de Estados Unidos mientras que el 63 % fue repatriado de México.
Este último, se ha constituido como el principal país expulsor de migrantes hondureños desde la implementación del Plan Frontera Sur con el que se ha reforzado la seguridad en las rutas tradicionales utilizadas por los migrantes en tránsito por suelo azteca.
De acuerdo a un informe financiado por la fundación alemana Friedrich Ebert presentado en Tegucigalpa afirma que los hondureños emigran por razones de supervivencia económica y destaca que la migración provoca «impactos diferenciados» en las mujeres.
Según el estudio, denominado «¿Migración o Expulsión?: Una aproximación a las dinámicas y causas de la migración laboral en Honduras», los hondureños emigran «sobre todo por razones de sobrevivencia económica».
El documento, elaborado por la hondureña Ana Ortega, señala que la migración «no es una decisión voluntaria sino obligada por las circunstancias, esas que derivan de la aplicación de un modelo global de ‘desarrollo’ que rebasa las fronteras nacionales y que no genera empleo decente».
Esta semana, el secretario general de Amnistía Internacional (AI), Salil Shetty, visitó Honduras y pidió proteger a los deportados y criticó que EEUU y México «empujen» a estos migrantes a regresar a la violencia de la que escaparon.
«Amnistía Internacional está aquí para reconocer que hay personas que están huyendo de la violencia y que deberían recibir protección internacional», dijo Shetty a periodistas en la capital del país.
En el Triángulo Norte «hay muchas familias viviendo en terror. Los deportados están obligados a regresar y los asesinan al no más regresar», relató.
Los deportados «ya han tenido que aguantar muchísimo: riesgos y violencia al salir de su país» y al retornar a su nación «no se les puede obligar a regresar al mismo lugar donde estaban, tienen que darles la opción de vivir en un área más segura, donde se sientan protegidos», enfatizó.
Cabe señalar que, la huir de la violencia se sitúa como la tercera causa por la que los hondureños se ven obligados a emigrar, antes están la falta de empleo y la reunificación familiar.