Señaló que la inversión que se está generando en el país, es muy poca en relación a la demanda que se requiere.
Arguyó que existen dos millones de hondureños que se encuentran sin empleo y al año sólo se instauran dos, tres, cuatro o cinco empresas de carácter masivo de empleo y un sinnúmero de microempresarios que abren y cierran.
Agregó que el fenómeno de apertura y cierre en empresas y microempresas es por la falta de apoyo financiero y políticas gubernamentales.
Advirtió que Honduras está entrando a un tiempo político y hay mucha incertidumbre a través de un discurso amarillista, populista y que genera vacilación.
En ese sentido, acotó que “el empresariado nacional y extranjero pone un alto y dice: bueno, esperamos a ver qué va a pasar, quién va ganar y cuáles van a ser las reglas del juego; porque cuando no hay reglas del juego eso genera incertidumbre”.
El empresario advirtió que esa situación vendrá a crear una “crisis donde la gente va a tener que ser más creativa para poder sobrevivir y ponerse a trabajar o vamos a tener que llegar a situaciones donde desgraciadamente familias hondureñas se van a tener que separar y van a tener que inmigrar porque no hay trabajo”.